Hoy 
Bandas en Haití
Abinader alerta que el mundo debe actuar en lugar de discursos
En entrevista concedida al diario Financial Times el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, pidió a la comunidad internacional que intervenga en Haití, sin demora, para detener la violencia ocasionada por las pandillas, en lugar de hacer discursos sobre ayudar a esta golpeada nación caribeña.
“La comunidad internacional debe ser más responsable”, dijo.
“Si está realmente preocupada por Haití, necesita ir y ayudar allá. Tiene que ayudar a Haití contra las pandillas que están violando a niños y niñas todos los días, que están matando a personas inocentes todos los días”.
En octubre, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, pidió a la intervención de fuerzas militares internacionales para evitar que las pandillas armadas continúen aterrorizando al país, diciendo que existe el riesgo de una gran crisis humanitaria.
Estados Unidos ha tratado de llegar a un acuerdo sobre una fuerza multinacional, pero ha encontrado resistencia por parte de los aliados regionales. Les preocupa que esto se interprete como apoyo al gobierno interino de Haití, que llegó al poder después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio del año pasado.
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Quisieran ver un consenso político más amplio dentro del país antes de comprometerse con intervenir. Abinader dijo que la situación exige una acción inmediata.
“Hay que ayudar a pacificar Haití”, dijo Abinader. “No con discursos de que vamos a ayudar, sino con acciones reales… Los haitianos solos no pueden… Quien pidió una fuerza fue el primer ministro haitiano. Si lo pide, es porque lo necesita”.
La creciente economía, basada en el turismo, las zonas francas y la logística regional, ha estado absorbiendo un gran número de inmigrantes haitianos en los últimos años, muchos de los cuales cruzan ilegalmente la frontera de las dos naciones de la isla. El Gobierno de Abinader ha respondido deportando un número récord de haitianos.
Volker Türk, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, pidió el mes pasado a la República Dominicana que dejara de deportar haitianos, y los Estados Unidos ha criticado, durante días, la detención masiva de presuntos inmigrantes haitianos ilegales en lo que dice son centros de detención superpoblados, a veces sin acceso a alimentos o baños.
Abinader no se arrepintió de la medida que ha llevado a que, desde agosto, aproximadamente 20,000 haitianos al mes sean repatriados. “Tenemos una frontera con uno de los países más pobres del mundo, quizás entre los dos o tres países más pobres del mundo, con un gobierno muy débil donde una parte importante del territorio está controlado por pandillas”, dijo. “Como presidente de la República Dominicana, tengo que proteger a mi país”.
El Gobierno construye una verja de seguridad a lo largo de la frontera para desalentar la migración ilegal. La primera sección estará terminada el próximo año y para el 2024 se extenderá por aproximadamente la mitad de la frontera, con tecnología de vigilancia que cubrirá más áreas montañosas. El presidente rechazó las críticas a la verja fronteriza y dijo que “es lo mismo que está hace Estados Unidos con México”.
Solidez
República Dominicana ha estado entre las economías de más rápido crecimiento en América Latina y el Caribe durante las últimas dos décadas, impulsada por un consenso en torno a políticas favorables para las empresas y una industria turística próspera.
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La semana pasada, Fitch reafirmó la calificación BB- de los 36,000 millones de dólares de deuda externa no financiera del sector público del país, tres escalones por debajo del grado de inversión. Señaló el “robusto crecimiento económico del país, una estructura de exportación diversificada, altos indicadores sociales y de PIB per cápita, y puntajes de gobernanza que se comparan favorablemente con los de sus pares”.
Estimó que el producto interno bruto crecería entre 5 y 5.5 por ciento este año y alrededor de 4.5 por ciento el próximo. “Todos los meses tenemos cifras récord de turismo. Este año también tenemos récord de exportaciones desde las zonas francas y la inversión extranjera este año también fue récord, más de $4,000 millones”, explicó.
Esto es a pesar del impacto negativo de la guerra en Ucrania, que Abinader estimó le costó a su país alrededor de mil millones de dólares este año en subsidios para alimentos, combustible, fertilizantes y programas sociales adicionales. “Estados Unidos necesita ayudar aquí…deberían tener una política de seguridad energética para la región”.
Abinader organizó la semana pasada una reunión de las naciones centroamericanas pertenecientes al SICA y dijo que República Dominicana planeaba impulsar el comercio consolidándose aún más como centro regional de carga y transporte.
El presidente aún no ha decidido si volverá a postularse en 2024. Lo haga o no, confía en que prevalecerá el consenso político moderado del país.
“Aquí no hay extremismo”, dijo. “Tenemos diferencias y tenemos una oposición agresiva, pero eso es parte de la democracia”.
