La zona norte de la frontera de la República Dominicana con Haití seguirá cerrada, hasta que el Gobierno del vecino país «reaccione» a la construcción de un canal del lado haitiano para desviar aguas del río Masacre que divide a las dos naciones, dijo este sábado el presidente dominicano, Luis Abinader.
Abinader dispuso el martes pasado el cierre de ese punto fronterizo, el de mayor actividad comercial entre ambas naciones, donde se ha redoblado la presencia militar por la tensión en la zona.
El Gobierno de Haití, afirmó Abinader, asegura que la construcción del canal es una obra de carácter privado que, «sencillamente», afirmó, la República Dominicana «no va a aceptar» porque «viola las leyes».
En declaraciones a la prensa, el gobernante reconoció que el cierre del punto fronterizo afecta el intercambio comercial entre ambos países, pero «primero está la seguridad nacional», apuntó.
El pasado 1 de septiembre, la Cancillería dominicana emitió un comunicado en el que aseguró que el Gobierno solicitó a las autoridades haitianas «detener de inmediato» el reinicio de la construcción de un canal cuyo propósito es desviar agua desde el río Masacre.
El comunicado indica que la solicitud se fundamenta en la «preocupación legítima sobre los potenciales efectos negativos» que esta obra podría causar a los productores agrícolas de ambos países.
De acuerdo a República Dominicana, ese proyecto viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936, firmados por ambos países.
Además, de que los límites entre los dos países son «definitivos, inamovibles e innegociables».