La República Dominicana recuerda este 9 de febrero el 200 aniversario del inicio de la ocupación haitiana, un complejo periodo que duró 22 años y en el que predominó un brutal régimen militar, pero que también puso punto final a la esclavitud en esta parte de la isla.
El 9 de febrero de 1822, las tropas lideradas por el presidente haitiano Jean Pierre Boyer invadieron Santo Domingo, después de un breve periodo de soberanía, conocido como la Independencia Efímera, proclamada el 1 de diciembre de 1821 y que supuso la emancipación de la entonces colonia española.
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Los militares de Haití, que contaba con una población y un Ejército muy superior al de la República Dominicana, entraron a Santo Domingo y recibieron las llaves de la ciudad de manos de José Núñez de Cáceres, líder de la Independencia Efímera y que estaba a cargo de la municipalidad.
UNA OCUPACIÓN PARA DEFENDERSE DE EUROPA
Desde su independencia en 1804, Haití declaró “guerra a muerte a todo lo que significara blancos y potencias europeas, fuera Francia, España o Inglaterra”, explica a Efe el historiador Juan Daniel Balcácer, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia.
Las autoridades haitianas siempre vieron a la parte española de la isla “como el flanco débil de su independencia” y, así, justificaron su política “expansionista y beligerante” frente al pueblo dominicano, argumentando que la isla debía ser “una e indivisible».
La excusa era evitar cualquier eventual ocupación extranjera del Santo Domingo español que pudiera amenazar la supervivencia del estado haitiano, agrega Balcácer.
LA “OLVIDADA” ABOLICIÓN
Una de las medidas positivas de la invasión fue la inmediata abolición de la esclavitud en la parte oriental de la isla, un suceso “trascendental sin importar quien lo haya hecho”, dijo a Efe Darío Solano, presidente de la Plataforma Dominicana de Afrodescendientes y coordinador local de la Ruta del Esclavo, que promueve la Unesco.
Este es un hecho que muchos desconocen o se niegan a aceptar y que puede tener su explicación en las mismas divergencias que han tenido históricamente ambos países que conforman la isla La Española, de acuerdo con Solano.
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“El 9 de febrero de 1822, real y efectivamente cuando se da la unificación, queda tácitamente abolida de la esclavitud, pero definitivamente no se ha querido reconocer”, asegura.
Para Balcácer, sin embargo, en la parte española de la isla, “la esclavitud nunca tuvo las dimensiones de crueldad y expoliación que tuvo en el sistema colonial impuesto por los franceses en la parte occidental de la isla de Santo Domingo».
La esclavitud, en el Santo Domingo español, “fue prácticamente inexistente” debido, fundamentalmente, “al modo de producción tradicional de subsistencia que imperó desde el siglo XVII”, según Solano.
22 AÑOS DE REPRESIÓN Y EXILIO
En República Dominicana se recuerda los 22 años de ocupación haitiana por la brutalidad del régimen militar, por las expropiaciones de tierra a gran escala, que obligaron a sus dueños a abandonar el país, por las restricciones al uso del idioma español, el cierre de la universidad y por el intento de eliminar costumbres tradicionales.
Entre ellas, se restringieron las peleas de gallos, que continúan celebrándose hoy en día en República Dominicana, y también se limitó el horario de las festividades religiosas.
“Huyó todo el que pudo hacia tierras extrañas”, resumió el intelectual dominicano Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) respecto a la invasión de los haitianos.
Y es que, según Balcácer, “jamás” se tomó en cuenta la identidad cultural e histórica del pueblo dominicano, “sustancialmente diferente de la haitiana, y la voluntad del colectivo para construir su propio futuro conforme sus necesidades vitales como pueblo».
UN ACICATE PARA LA INDEPENDENCIA
La ocupación “terminó incentivando a los dominicanos a luchar por su independencia”, añadió el historiador.
En 1838 un grupo de jóvenes liderados por Juan Pablo Duarte fundó la sociedad secreta La Trininaria, con el firme propósito de lograr la separación de la República Dominicana de Haití.
Seis años después, el 27 de febrero de 1844, se proclamó la independencia, dando paso a doce años de conflictos armados que consolidaron la separación de los dos países.