Reacciones gubernamentales ante riesgos y esperanzamientos

Reacciones gubernamentales ante riesgos y esperanzamientos

Guillermo Caram

Qué sentido tiene la rueda de prensa celebrada el pasado martes encabezada por el Presidente en compañía del “Gabinete Económico” para rendir cuentas restando, y restándose, solemnidad a la que debe rendirse en días ante la Asamblea Nacional en cumplimiento de mandatos constitucionales?
¿Habrá sido una reacción impulsiva al esperanzamiento provocado por decisiones tomadas por organismos estatales independientes y autónomos sin que haya evidencias de injerencia gubernamental?
Las decisiones esperanzadoras a que nos referimos fueron la negociación con funcionarios del gobierno anterior vinculados a casos de corrupción y el anuncio del Banco Central aumentando facilidades para financiar construcción y adquisición de viviendas a bajos intereses.

La primera emanó del Ministerio Público que el propio Gobierno se ha encargado de exaltar su independencia. Introduce nuevos aires a un proceso tortuoso y empantanado que apunta al descargo, justificado en la etiqueta de “improcedente y mal fundado”, de imputados. Esa negociación evita la completa decepción ciudadana.

La segunda fue tomada por organismo cuya autonomía está consagrada en nuestra Constitución. Neutraliza efectos negativos de aumentos en tasas de interés adoptadas para combatir inflación por vía monetaria, ante ausencias de combates estructurales.

Parecería que esa innecesaria e inoportuna exposición presidencial del pasado martes fue concebida para recuperar protagonismo gubernamental ante esperanzamientos emanado de decisiones de organismos independientes y autónomos.

O una reacción ante riesgos advertidos por el Foro Económico Mundial (FEM): exposición a deuda e incertidumbres internacionales que afectan abastecimiento a precios razonables y estables.

Pero no fueron satisfactorias respuestas a riesgos apuntados por el FEM. No explicaron como detener endeudamiento ni como aumentar producción para blindarnos ante amenazas internacionales de abastecimiento y precios.

Más bien afianzaron criterios. Ej: bajo endeudamiento, autoengañándose, comparando deuda/PBI presente con años afectados por pandemia, de denominador-PBI-contraído. De compararse con 2019, la relación Deuda/PBI ha aumentado 10%.

Y a pesar de marearnos con abundantes cifras, obviaron reconocer que ese endeudamiento se origina por tanto gastar:19% por encima de recaudaciones. Y malgastar:88% en gastos corrientes,12% en inversiones todas financiadas con préstamos.

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