Uno de los grandes desafíos del próximo gobierno será reactivar el sector turístico, diezmado por las secuelas del COVID 19. La recuperación del sector turismo, considerado como la locomotora de la economía dominicana, requerirá de importantes medidas.

El turismo es una de las principales fuentes de divisas del país, aportaba a la economía, antes de la pandemia, alrededor del 8 % del PIB, contribuye con el 7 por ciento de la población ocupada y demanda el 36 por ciento de la producción agropecuaria del país.

El presidente electo, Luis Abinader, prometió en su propuesta de gobierno importantes medidas para el sector, entre ellas la revisión de toda la normativa turística con el objetivo de agilizar los procesos y establecer tiempos de respuesta ante todas las solicitudes, tomando en cuenta el entorno internacional normativo.

El hecho de que el PRM y sus aliados contarían con una mayoría de legisladores en el Senado y en la Cámara de Diputados facilitaría el cumplimiento de esta promesa, en los casos en que las modificaciones a las normativas requieran de la aprobación del Congreso.

También propuso Abinader en su programa de gobierno la creación de un fideicomiso público-privado para dirigir la promoción y establecería una mesa de diálogo con la participación del gobierno, el Congreso y el sector privado, para impulsar una agenda legislativa positiva para el sector.

Además, prometió la reestrucutración del Comité Ejecutor de Infraestructuras de Zonas Turísticas (CEIZTUR) para convertirlo en un órgano administrador de los recursos, pero no ejecutor de los proyectos, y en el cual tendría participación el sector privado para así garantizar que se priorice la definición estratégica de la infraestructura necesaria para el desarrollo del país.

Abogaba por convertir a la República Dominica en un destino ordenado, seguro y sostenible; con un turismo inclusivo de calidad en los diferentes destinos y en los servicios que favorezca el aumento de los ingresos y el empleo, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las comunidades receptoras.

El presidente electo consideraba que el gran desafío de la industria turística es generar una actividad socialmente incluyente, sostenible y rentable, y para lograr este objetivo, propone como pilares de este sector. En cuanto a la gestión ambiental en los destinos turísticos, el programa del PRM ofrece promover una alianza público-privada para la protección y el uso más racional y sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente; potenciar el valor turístico de los recursos naturales.