Fue una brillante iniciativa del Presidente Luis Abinader ordenar al Administrador del Banco Agrícola Fernando Durán, la reconversión de las deudas de mil agricultores de la provincia de San Juan, por un monto de RD$932 millones de pesos prestados a tasa cero, pagaderos a 15 años y con una gracia de un año.
Sucede, que tradicionalmente los pobres pequeños y medianos productores del campo se ven obligados a recurrir a préstamos onerosos con personas muy conocidas (intermediarios y mercaderes), para poder financiar las labores agrícolas de sus siembras y que a veces incluye el compromiso de vender la cosecha a la flor; a tal extremo que terminan hipotecando sus viviendas y parcelas. Esta leonina práctica termina en un circulo vicioso, una ruleta sinfín o en un laberinto sin salida. Ojalá este gesto presidencial se replique en otras zonas de producción para llevar bienestar y sosiego.