Recuerdos de Aliro

Recuerdos de Aliro

Los recuerdos que este servidor atesora de la personalidad de Aliro Paulino Segura pervivirán por siempre en primer término, porque poseyó las condiciones singulares propias desde un alienígena y en segundo porque se irguió en uno de los más completos y logrados autodidactas que conoce el país.

Facultades de alienígena en Aliro fueron su irrenunciable actitud de servir con espontaneidad y gran fruición espiritual a todos, su dimensión de apreciar la condición de sus congéneres, su desprendimiento e indiferencia a los bienes materiales, su rechazo pertinaz al murmullo malsano, su connotación sempiterna de lord, su regazo anchote para cobijar a todos en su palio umbrío de bondad y servicios.

Su lealtad a quienes entregó su amistad fue proverbial, como su desempeño para conciliar con todos sin polemizar con ninguno.

El segundo sesgo admirable en la vida de Aliro fue su aptitud increíble para ejercer un conjunto de actividades creativas con logros señeros, fotógrafo, excelente, comunicador en  artículos y obras, perfilando a su amigo el doctor Joaquín Balaguer en “Balaguer el hombre del destino”. Fundó la revista Mundo Diplomático.

Al momento de su éxodo escarpado hacia las regiones ignotas, Aliro era junto a Miguel Núñez Polanco, dos de los mejores retratistas del país.

El repertorio anecdótico de Aliro era fuente de delicias para los que compartimos la peña por 22 años de nuestro amado Ramón Alberto Font Bernard, ido a destiempo, y luego en la residencia de nuestro hermano afectivo el escritor Fernando Infante y con los ingenieros Alberto Campagna y Francisco Catrain, el doctor Héctor Pereyra Ariza, el profesor Reynaldo Espinal y el economista Guillermo Martínez.

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