Miles de dominicanos están ejercitando los carnosos pulpejos de sus dedos para expresar vía virtual el descontento y la rabia colectiva debido a la sustracción y el pillaje de muchos funcionarios y políticos.
El pueblo dominicano está firmando un documento electrónico promovido por Antonio Taveras Guzmán quien es senador de la provincia de Santo Domingo; dicho documento promueve que todo lo robado al Estado dominicano, al pueblo, sea recuperado usando los canales democráticos y a través de una ley para más efectividad y transparencia.
La corrupcion se ha normalizado tanto que muchos piensan que es parte de la cultura dominicana, otros piensan que es un fenómeno genético e inherente del mosaico cultural que posee el pueblo dominicano; pero no es así, la corrupción es un hábito que se ha enraizado en la psiqui del dominicano debido a la ausencia de un liderazgo auténtico y de un liderato que no ha tenido la valentía ni la capacidad moral y política en distanciarse de los modelos que nos han marcado negativamente durante decenas de años.
La propuesta no solo es recuperar lo robado y ya, va más allá del espumarajo generado por las glándulas salivales escondidas en las gargantas contaminadas de aquellos políticos infames.
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La propuesta busca que los diputados y senadores aprueben la Ley de Extinción de Dominio, de esta forma le permitirá al Estado adquirir las propiedades que pertenecen a nuestro pueblo y a cada ciudadano dominicano.
En otras palabras, se trata de arreglar lo que está dañado y cuando esté arreglado devolverlo a quien le pertenece, esto se conoce como: Restitución.
El mismo Guillermo Moreno, del partido Alianza País apoya esta propuesta elaborada por Antonio Taveras, no tomando en cuenta las diferencias políticas o de que partido surgió dicha propuesta. Además, otros sectores y movimientos sociales están apoyando este intento renovador y sano; como el caso de Rescate Democrático representado por Roque Espaillat.
Todo esto lo que nos dice es que el pueblo dominicano está produciendo olas de cambios, nos deja ver que realmente existe una sed de justicia y que los partidos tradicionales han perdido la “franquicia moral” para generar cambios sustanciales.
Recuperar lo robado no solo se limita a propiedades como relojes de lujos, apartamentos, carros, también se extiende a cortar las mañas que alteran el presupuesto público, las malas políticas, las compras de votos, la entrada al congreso de forma viciada y arbitraria.
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El robo no solo se mide en las posiciones ilícitas que posee un funcionario, también podemos medir y cuantificar el robo en las necesidades básicas que no posee el pueblo dominicano.
Cuando no existe un acueducto, cuando los caminos vecinales no están arreglados, cuando el hacinamiento y la pobreza sigue creciendo, cuando más del 70 por ciento de los dominicanos no pueden disfrutar de sus playas debido al paupérrimo salario que ellos devengan, la precariedad en las que viven, cuando la educación esta secuestrada y manipulada por el partido que está en turno, dejando sin empleos a miles de profesores, cuando se usa un presupuesto millonario y desbordante para el gobierno promocionar lo que realmente debería hacer de forma natural porque para eso el pueblo los eligió, cuando todo esto sucede es porque existe la corrupción y el robo.
Siempre lo hemos dicho: “nada funciona cuando domina la corrupción», nada. Por tanto, proponemos lo siguiente:
- Que sigamos motivando a cada dominicano a firmar dicha propuesta hasta llegar a un millón de personas con sus firmas.
- Que ese millón de dominicanos exija a los diputados y senadores la aprobación de la Ley de Extinción de Dominio.
- Citar los diputados y senadores de manera pública que se oponen a dicha aprobación.
Para lograr todo esto solo necesitamos unirnos y articular estas propuestas pensando solo en un beneficiario: ¡El país!