La lectura de la acusación del Ministerio Público en el nuevo juicio contra Arsenio Quevedo y Erickson de los Santos Solís acusados de encabezar una red de sicariato que dio muerte a tres choferes, encontró ayer tropiezos con las defensas de los imputados, que se oponen a que el órgano acusador devele el contenido de pruebas que aún no han sido conocidas en el juicio.
Eso motivó que los abogados de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), recusara a los jueces del Cuarto Tribunal Colegiado donde se lleva a cabo el juicio preliminar.
Una de las transcripciones da cuenta de que el exregidor de Pedro Brand De los Santos Solís habría diligenciado que Félix Lora de Jesús y Kelvin Peña, implicados en la red, salieran del país.
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Plutarco Jáquez, defensa de De los Santos Solís alegando que eso compromete a algunos imputados que fueron descargados.
“El Ministerio Público tiene una costumbre “mala y tramposa”, que es transcribir en la acusación el contenido de una prueba que no ha sido conocida en el juicio”, dijo el abogado.
Una objeción similar hizo la defensa de Quevedo, Tomás Castro. Ambas defensa sustentaron sus pedimentos en los artículos 333 del Código procesal Penal, y el 20 de la Resolución número 3869 que establece el procedimiento de incorporación de pruebas.
Tras deliberar sobre los pedimentos , los jueces del Colegiado presidido por la magistrada Arisleyda Pérez, lo rechazaron.
La audiencia fue diferida
Quevedo, de los Santos Solís y Cristino Batista fueron descargados por el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional en marzo del 2018; el MP apeló esa decisión ante la Corte de Apelación donde la misma fue revocada y se ordenó este nuevo juicio.
Por este mismo caso fueron condenados a 30 años de prisión Amauris Cabrera y Danilo O. Reynoso.