Parte III
Hoy pretendemos continuar con las ideas del artículo anterior sobre cómo las redes sociales afectan a las nuevas generaciones tanto de manera positiva como negativa, dependiendo de distintas variables. Una red social puede crear confianza o ser detonante de males como la depresión o el egocentrismo. Por esta razón, es primordial la inserción de los padres y educadores a este mundo interconectado para que estos puedan vigilar y, aún más importante, guiar a sus hijos y pupilos en el uso apropiado de estas tecnologías, aprovechando las oportunidades que ofrecen para la crianza y educación de los jóvenes que, de acuerdo a Pew, acceden a las redes diariamente en un 92% de los casos encuestados.
Las redes sociales ofrecen un lugar para que los adolescentes ventilen sus opiniones en un gran abanico de temas, además de presentar distintas labores que serían criticadas y podrían ser esenciales para mejorar su desempeño en toda clase de actividades. Esto resulta fundamental para los nuevos enfoques educativos. Con estas plataformas se pueden compartir toda clase de archivos que facilitan el aprendizaje de asignaturas más allá de los confines de un aula. Dos profesores de la Universidad de Málaga sugieren la creación de grupos de contactos entre distintos colegios y el inicio de proyectos a partir de los intereses del estudiantado.
El contacto frecuente entre los mismos alumnos y el profesorado, en ambientes controlados, como son las redes educativas Moodle y Blackboard, les permite discutir tópicos de interés inmediato y pedagógico en la comodidad de sus hogares y también reforzar sus relaciones interpersonales, brindando sentido de pertenencia sin perder la individualidad y la capacidad de funcionar en equipo.
Finalmente, si bien estas plataformas pueden estimular vanidades, también lo opuesto, sensibilizando a los jóvenes a las necesidades de aquellos menos afortunados. Les ofrece un lugar donde pueden ayudar causas importantísimas. Desde recaudar fondos para distintas organizaciones benéficas a apoyar a individuos en problemas. Este es el caso de un adolescente que quería terminar su vida, publicó su intención en un foro del videojuego, Minecraft en Reddit, y recibió, a través de un software de voz sobre IP, el soporte necesario para reconsiderarlo.
En contraste, los niños y adolescentes podrían verse inmiscuidos en riñas por utilizar un lenguaje agresivo en las redes o publicar fotos inapropiadas y proveer datos personales que valdrían para ser utilizados por extraños para sacar provecho personal. Finalmente, hay que tomar en cuenta que las informaciones publicadas, aunque borradas del perfil, permanecen en el internet y en los dispositivos de todo el que las haya descargado y guardado.
En este orden de ideas, los padres deben estar atentos y enseñar a sus niños y adolescentes a utilizar las redes de manera segura y provechosa. Para colaborar con este propósito, hacemos las siguientes recomendaciones:
1. Conversar, abiertamente, sobre las informaciones a las que podrían acceder.
2. Aprender juntos a entender y utilizar los ajustes de privacidad que proveen las redes.
3. Dialogar sobre las consecuencias de proveer información personal.
4. Llegar acuerdo de no añadir personas desconocidas a la red de contacto sin conocimiento de los padres.
5. Hablar sobre la permanencia de la información y cómo podría ser utilizada en su contra.
6. Discutir acerca de prestar atención a las personas que están cerca y determinar horarios y políticas de uso específico de los dispositivos y de las redes.
7. Finalmente, es preciso un monitoreo constante de los niños y adolescentes y sus reacciones ante los distintos eventos que pudieran surgir.
Nuestro objetivo fundamental es concienciar a los tutores de la necesidad de tomar el control sobre la educación y seguridad de niños y adolescentes, ahora que están cambiando los patrones económicos y sociales. Es preciso aprovechar, de manera segura y cautelosa, las grandes oportunidades que nos dan las redes sociales. Debemos estar preparados. Como dijo Mario Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
Investigadora asociada: Julissa Lluberes.