Quien escribe formó parte del equipo técnico del IDSS, presidido por el experto estadounidense Francisco Bayo, en 1989, en la elaboración del primer proyecto de reforma a la Ley 1896 que crea al IDSS, con el objetivo de contar con un verdadero Sistema de Seguridad Social para todos, aun por cumplirse.
Recuerdo que para la época existían las denominadas “Igualas Médicas” conformadas por profesionales de la salud, hoy convertidas en Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), según Ley 87-01, como entidades destinadas a regular los servicios médicos en de organizaciones particulares al Sistema Nacional de Salud.
Sabemos que la estructura y el funcionamiento de las ARS está sustentado en el área de negocio, es decir, vender y distribuir planes de servicios de salud que favorecieran a los afiliados; pero siempre supervisadas por la Sisalril.
Aunque no podemos comparar aquel modelo de prestación con los diferentes planes que ofertan las ARS, sí cuestionamos sus debilidades y acciones que perjudican a los asegurados, como más adelante explicaremos algunas.
Sin lugar a dudas, como parte afectada, algunas Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) están generando innumerables quejas por parte de los asegurados al momento de acudir a las farmacias a comprar sus medicamentos
Conocemos un caso: el “Amaryl” es un medicamento para la diabetes, algunas ARS no lo cubren, según explica la farmacia. Otro problema es la alta diferencia de 600, 700, 800 y 1000 pesos que hay que pagarle al médico especialista por consulta; la larga espera para que la ARS autorice a la farmacia despachar el medicamento.
Y en muchas ocasiones, después del paciente esperar hasta una hora en la farmacia, le dicen que el seguro no cubre ese medicamento, de manera que el paciente tiene entonces que buscar más dinero para comprarlo, medicamentos que son costosos, como los hipertensivos y diabéticos.
Otras de las deficiencias de las ARS es que ellas eligen las clínicas dónde asistir y el médico. A veces el médico le dice al afiliado yo no trabajo con esa ARS; otros expresan que no cogen seguros; entonces para qué se paga el seguro. Son deficiencias que se deben considerar en la reforma al Sistema de Seguridad Social.
Urge una revisión profunda del rol de las ARS, de los catálogos de medicamentos, planes de servicios de salud, procedimientos para autorizar a las farmacias. Es inadmisible que en la era de la moderna tecnología se tenga un procedimiento tan dilatado, donde el enfermo corre riesgo.
Esperamos que la comisión de reforma de la Ley 87-01 considere qué hacer con las ARS, que han venido enturbiando los logros de nuestro Sistema de Seguridad Social.