La rehabilitación oncológica es una rama de la Medicina Física y Rehabilitación que forma parte de todo el proceso de atención médica de los pacientes diagnosticados con cáncer, teniendo como fin, mantener o restaurar la función, potenciar la independencia y mejorar la calidad de vida. Consta de una amplia variedad de intervenciones utilizadas desde el momento del diagnóstico hasta concluir con el tratamiento y/o cuidados paliativos.
Existen estudios que avalan que aproximadamente el 54% de esta población presenta algún déficit funcional, alcanzando incluso el 70% aquellos con tumores del sistema nervioso central, mama, pulmón y cabeza y cuello. A pesar de esta cifra que se considera sumamente alta, la tasa de tratamiento se encuentra en porcentajes mínimos, incluso hasta un 2%. Según estudios realizados, entre el 84-87% necesita rehabilitación, desde su etapa aguda.
El paciente con cáncer amerita rehabilitarse, no solo de manera ambulatoria, una vez resuelta o tratada la condición, sino también en la atención aguda, variando así el manejo de acuerdo a los aspectos individuales de cada uno, tomando en cuenta su pronóstico y tolerancia a las diferentes intervenciones que se puedan brindar.
Dentro de los objetivos del tratamiento rehabilitador se pueden mencionar, alcanzar una mayor movilidad y autocuidado, un mejor estado cognitivo, restaurar los déficit y limitaciones funcionales de las estructuras corporales, manejo del dolor, disminuir el impacto a largo plazo de su condición, el retorno a las actividades de la vida diaria y laborales, entre otros.
Para lograr cada uno de ellos, es importante el manejo integral, manteniendo el enfoque de su enfermedad actual y su posible tratamiento, y a la vez la evaluación de todos los aspectos esenciales de la vida del mismo, que se verán afectados de una manera u otra, una vez iniciado el proceso con fines de erradicar el cáncer en cuestión.
Las condiciones más comunes en la rehabilitación
Las alteraciones tratadas por parte de Medicina Física y Rehabilitación van relacionadas, de acuerdo al diagnóstico oncológico, al tiempo que ha transcurrido luego del mismo, si ha recibido tratamiento o no, las complicaciones que han surgido a lo largo del proceso, entre otras.
Entre ellas, las más frecuentes en la consulta del Fisiatra se pueden destacar: el dolor relacionado al cáncer, enfermedad metastásica ósea, fatiga asociada, deterioro cognitivo, debilidad generalizada, lesiones a nivel de la médula espinal, neuropatías asociadas al tratamiento, linfedema, disfunción sexual, patologías musculoesqueléticas como la capsulitis adhesiva, el síndrome de dolor miofascial y lesión del manguito rotador, disfonía, disfagia o parálisis de los pares craneales.
Además, trastornos del equilibrio, compresión de las raíces nerviosas como el síndrome del túnel carpiano, miopatías relacionadas a la medicación, desacondicionamiento físico, disfunción intestinal, incontinencia vesical, deterioro neurológico, anomalías de la marcha, disfunción del lenguaje, entre otras.
Para el manejo de estas condiciones se utilizan diversos enfoques que incluye tratamiento farmacológico, diferentes tipos de terapia, como física, ocupacional, suelo pélvico, del habla y deglución, cognitivo-conductual, uso de ortesis-prótesis, dispositivos para la marcha, equipos adaptativos en el hogar y/o trabajo, etc.
Es de suma importancia tratar de forma oportuna cada condición mencionada previamente, pues tiene un impacto significativo en la vida del paciente si es manejado a tiempo, no solo al inicio de su tratamiento y posterior al mismo, sino una vez establecido el diagnóstico oncológico.
Por esto se utiliza la rehabilitación, proceso de continuidad de la atención desde el momento del diagnóstico y el inicio del tratamiento que incluye evaluaciones que establecen un nivel funcional.
Preguntas frecuentes
¿Se pueden prevenir algunas complicaciones relacionadas con el cáncer y su tratamiento?
Sí, claro. Por eso la importancia del referimiento oportuno del paciente a la especialidad, ya que, utilizando las intervenciones adecuadas a tiempo, se disminuye el riesgo de presentar posibles complicaciones posteriores.
Un ejemplo es el linfedema que se puede producir posterior a una mastectomía radical en mujeres que con cáncer de mama. Realizando una evaluación a tiempo y proporcionando las medidas preventivas adecuadas, se puede evitar dicha condición, que afecta de forma significativa su calidad de vida.
¿Los pacientes con cáncer pueden realizar ejercicios?
Si bien es cierto que esto debe ser evaluado de forma individual, teniendo en cuenta los factores de cada paciente, se ha evidenciado que la prescripción del ejercicio ha mostrado grandes beneficios en esta población, como la mejora en la aptitud cardiopulmonar, una mejor respuesta inmune y celular, un impacto positivo en la depresión y ansiedad, disminución de los déficits funcionales, entre otros.
¿Cuándo debe referirse al paciente oncológico a rehabilitación?
Desde el momento del diagnóstico del cáncer, con el objetivo de realizar las evaluaciones de lugar, para atenuar las posibles deficiencias que puedan resultar a largo plazo, que afectarán de forma importante la vida de la persona.
Glosario médico
Cáncer:
Es una enfermedad en la cual algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. Estas se consideran anormales o deterioradas, y forman así las neoplasias, que pueden ser malignas o benignas.