Miguel Vargas Maldonado, canciller de la República Dominicana, presentó el jueves un plan de difusión del merengue y solicitó al presidente Danilo Medina que disponga mediante decreto la incorporación del ritmo nacional a las actividades del Cuerpo Diplomático y Consular de la República Dominicana en el mundo.
El anuncio del proyecto denominado “Política Exterior de Difusión y Reconocimiento: Merengue, Música y Baile”, realizado en uno de los salones del Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), contó con la presencia de los principales exponentes del género dominicano.
Al pronunciar el discurso central, Vargas destacó la importancia de que el Servicio Exterior participe en la difusión del merengue.
“Estoy solicitando la emisión de un decreto para que se incorpore el merengue a todas las actividades diplomáticas, consulares y de las oficinas del dominicano en el exterior, para que este patrimonio de la humanidad esté presente en las actividades que organice el servicio exterior en ocasión de las fechas patrias, recepciones, ofrendas o cualquier otro tipo de celebración conmemorativa”, indicó el canciller.
Vargas agregó que “nuestra música, de perfiles cadenciosos, a todos pone a vibrar de alegría, y ahora pasa a formar parte de la marca país que los dominicanos exhibimos con tanto orgullo”.
Para inmortalizar el género musical, la Unesco tomó en consideración que el merengue “se transmite esencialmente mediante la participación y su práctica atrae a personas de clases sociales muy diferentes, contribuyendo a fomentar el respeto y la convivencia entre las comunidades”. Todos los merengueros que asistieron al acto recibieron un pergamino de reconocimiento por sus aportes al ritmo nacional, entre estos Joseíto Mateo, Fefita la Grande, Johnny Ventura, Rafael Solano, Wilfrido Vargas y Milly Quezada.
La iniciativa de la Cancillería está motivada por la elevación a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del ritmo musical autóctono de la República Dominicana, dispuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en noviembre de 2016, cuyo certificado le fue entregado al canciller por José Antonio Rodríguez, embajador dominicano ante la Unesco, aunque la pregunta es ¿por qué no al Ministerio de Cultura?
En el acto se cantó y bailó merengue, con el Grupo Bonyé y el Coro del Mirex, y la esposa del canciller, Angelita García de Vargas, se reveló como una diestra tamborera.