Cinturones deben apretarse, no solo a pobres, también a los ricos

La sátira y el humor negro dominicanos tienen en “El antinoti” y “Esto no es radio” dos soberbios y respetables programas que relajan seriamente con temas de interés nacional. En esta ocasión me referiré al segundo y su programa del día 21 de junio donde se analizó el hecho de que hay funcionarios gubernamentales con sueldos superiores al del Presidente de la República, a propósito de la publicación de un programa de austeridad que no contempló esa variable.

El enfoque fue excelente y apasionado, con la sátira acostumbrada y puede resumirse en cuatro puntos: 1) Categoría del cargo; 2) Nivel de especialización y experiencia; 3) Evitar la “fuga de cerebros” al sector privado porque a empleados de esa misma categoría les pagan mejor y 4) Favorecer la “insobornabilidad” del funcionario frente a corruptos dentro y fuera del Gobierno.

Todos esos argumentos quedaron desmontados porque quedó claro que: 1) Al Presidente y al funcionario que gana más que él se les descalifica con el salario, ya que no hay cargo más grande que el de Presidente de la República; 2) La subespecialización y la experiencia asesinan el propósito de un programa de austeridad porque se desprecia la existencia de talentos a menor precio y 3) Si la justificación es que si ganas poco eres sobornable, sin distinción de casta o linaje, se plantea indirectamente que el Presidente sería más corruptible porque gana menos o se presume que esos funcionarios no se corrompen por estar bien pagados y no por ser realmente honestos.

Es tiempo de cambio; eso significa que ya los cinturones deben apretarse, no solamente en los pobres sino también en los ricos.

El enfoque del programa fue excelente y apasionado, con la sátira acostumbrada