“Flagelos luminosos son las caricias y los azotes del destello. El placer del dolor empírico; los recuerdos prenatales; la memoria del vientre o esa canción de cuna que rememoro al regazo de mi madre. Hago de esos flagelos luminosos un verbo personal en mi serie poética, pictórica y musical. En esta serie dejo mi huella íntima y mi memoria personal como dato biométrico de un tortuoso éxtasis. Como suspiros del alma en cada línea, cada forma, cada pincelada, cada gesto y cada espacio cromático” … (Remy Ulloa, 2024).
Como una de las más integras performances fusionadoras de las artes plásticas, la música y la poesía de la última década en Santo Domingo se impone registrar el acto de apertura de la exposición “Flagelos Luminosos”, del destacado y admirado artista dominicano Remy Ulloa (1986), efectuado la tarde del viernes 13 de septiembre en la Sala Nidia Serra de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana (BIJRD).
Integrada por 40 obras, entre pinturas y dibujos de diferentes formatos y distintas técnicas: acrílica sobre tela, lápiz de cera, sanguina y tinta sobre papel, “Flagelos Luminosos” es una exposición con la cual Remy Ulloa reafirma su imperturbable decisión de trillar su propio camino creativo, revelando el consistente y fructífero proceso de tamizaje que registra su dicción plástica, además de los notables niveles de intensidad reflexiva que caracterizan su obra reciente.
Los dibujos y pinturas que integran “Flagelos Luminosos”, título homónimo de su libro de poesía publicado por Editorial Santuario en el 2018, devienen prueba axiomática de que Remy Ulloa ha decidido asumir con asombrosa profundidad de convicción la práctica de la imaginación como opción catártica y autopurificadora, como proceso recursivo de renovación creadora y travesía óptima de perfección espiritual.
Aunque en una parte notable de su producción, Remy Ulloa asimila y transmuta el posexpresionismo y la abstracción, estos trabajos, la mayoría facturados mediante una dicción plástica basada en formas orgánicas y motivos subjetivos, asociados a lo somático, lo vivencial y a sus propias devastaciones ontológicas, además de traslucir su ruptura radical con la representación de lo objetivo, filtran una eléctrica y fascinante pulsión neosurrealista.
En sus “Flagelos Luminosos”, Remy Ulloa precisa con libertad estética y efectividad metafórica excepcionales, sus reflexiones sobre la memoria íntima y afectiva; sobre la física, microfísica y metafísica de la experiencia cotidiana, sobre lo que ha sentido y siente a cada instante de este tiempo humano, celérico, aterrorizado, desgarrado, desgarrador, esperanzado y anhelante que le ha tocado vivir.
Cada uno de estos trabajos es un espejo material y especializado de sus ideas estéticas y su catártico viaje introspectivo desde y hacia la preclara vigilia de la imaginación creadora.
He aquí al propio artista en su declaración poética, vital, iluminada y alucinatoria: “Flagelos luminosos son mi relato, mi tonada cotidiana, mi verbo hecho materia, forma y color.
En estas pinturas, hablo de ese placer que se produce cuando de las caídas y el aprendizaje obtenemos la sabiduría. La cicatriz que nos deja el flagelo es hermosa. Hablo de las vivencias, la quemadura, la arruga, el sérpigo, el lunar y la cicatriz de la piel pigmentada. En la imperfección y los aparentes defectos he encontrado la belleza que es la vida” …
Remy Ulloa nace en Santo Domingo el 13 de febrero de 1986. Es hijo de los artista Alberto Ulloa (1950-2011) y Zenobia Galar (1958), en cuyos talleres se forma artísticamente desde la niñez.
También realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Durante la década de 1990 milita en el “Erranticismo”, movimiento poético y artístico underground vinculado a la Ciudad Colonial de Santo Domingo.
Su genio de libertario y jovial “erranticista” le predestina como auténtico outsider, para quien los arrumacos y requiebros de la crítica, los galeristas, los coleccionistas y la sociedad, carecen de toda capitalidad ya que persiste centrado absolutamente en el proceso creador ya que para Remy Ulloa el arte pesa más como acto creativo que como producto final.
Con los auspicios de la Fundación Espacios Culturales, Yard Foundation, además de los galeristas y coleccionistas Luis Felipe Cartagena, Ranier Sebelén y Enrique Guzmán, “Flagelos Luminosos”, sigue abierta hasta el 13 de octubre en la Sala Nidia Serra de la BIJRD, ubicada en la calle Dr. Delgado esquina Av. Francia, en horario de lunes a viernes de 9:00 a. m. a 6:00 p. m. y los sábados hasta las 4:00 p. m.