Hace hoy una semana exactamente, cuando se hizo pública una carta firmada por un grupo de “intelectuales” solicitando al Presidente su renuncia al cargo en pos de buscar una salida, a una supuesta crisis que vive el país por el caso de los sobornos de Odebrecht . Dicha carta sirvió como respaldo al movimiento marcha verde, y sí, creo que quedaron de color verde porque estos “intelectuales” pusieron el “huevo” del siglo. La metida de pata fue tan grande, que horas más tarde estaban algunos de los que firmaron la carta, apeándose del barco y tratando de borrar el pasado; así como los que dicen digo donde dice Diego…
Presidente, ahora soy yo que le pide que renuncie, sí Presidente, ¡Renuncie!
Presidente, renuncie a que los pequeños productores y agricultores del campo dominicano vayan a la quiebra y sean abandonados como estaban hasta que usted llegó a la Presidencia ; continúe y multiplique sus visitas sorpresa . También siga otorgando créditos blandos a los pobres de nuestro país, porque bien ha quedado demostrado que los pobres son buena paga.
Presidente, renuncie al analfabetismo histórico que ha vivido nuestro país por tanto tiempo, renuncie a que los pobres de nuestro país lleven a sus hijos a recibir las clases debajo de una mata de mango y siga con su plan de construcción de escuelas en cada rincón de nuestro país. Presidente renuncie también a que las amas de casa y madres solteras pobres, no tengan con quien dejar a sus hijos y siga con la construcción de las estancias infantiles. Renuncie también al abandono en el que estaban los niños con alguna discapacidad, miembros de familias pobres y clase media; Siga con el programa de establecimiento de los Centros de Atención Integral para la Discapacidad (CAID).
Presidente, renuncie a que haya un rincón de nuestro país sin acceso al agua potable, y siga apoyando como hasta ahora a las autoridades del sector agua; renuncie a la insalubridad de los barrios de la zona norte del Gran Santo Domingo y continúe el programa de rehabilitación de cañadas; renuncie a que se sigan contaminando nuestros ríos y nuestros mares, siga apoyando la planta depuradora de aguas residuales del rio Ozama (La Zurza) y construya una planta similar donde sea necesario.
Presidente, renuncie a que un dominicano en cualquier lugar de nuestro país se muera porque no hay un centro de salud donde ser atendido; continúe con la construcción de centros de salud y hospitales a nivel nacional. Renuncie Presidente a que los ciudadanos no puedan ser atendidos a tiempo después de un accidente o cualquier evento que pueda ocurrir en contra de nuestra salud y seguridad; continúe y amplíe a nivel nacional el programa 911.
Presidente, renuncie a que los dominicanos de clase media baja y pobre no puedan vivir en un techo digno, y siga creando las condiciones para que haya una ciudad Juan Bosch, no sólo en el Gran Santo Domingo y Santiago, sino en cada provincia de nuestro país. Renuncie también a que se pierdan vidas humanas después de un desastre natural, y siga con la reubicación de familias de zonas vulnerables (La Barquita, Mesopotamia, Riito).
Presidente usted debe renunciar, sí Presidente. Renuncie a que nuestro turismo (el mayor creador de divisas) se estanque; y siga creando las condiciones para facilitar la inversión extranjera y que más temprano que tarde lleguemos a contar con un turista por cada habitante.
Renuncie a que todavía en el siglo XXI tengamos cortes de electricidad, tengamos una generación costosa y en manos completamente del sector privado; Presidente continúe con los proyectos de generación eléctrica con el Estado como único o mayoritario accionista.
Renuncie Presidente a que la República Dominicana se encuentre incomunicada, y continúe los proyectos de circunvalaciones. Presidente renuncie a que haya atracos en las carreteras nacionales; renuncie a que cuando un viandante tenga un inconveniente se encuentre desamparado; siga apoyando el programa nacional de seguridad vial.
Después de todo pienso que debe renunciar… ¡Renuncie Presidente!