La dependencia del petróleo y sus derivados, la volatilidad de su precio, los subsidios y la perenne lucha geopolítica nos convierten en un país altamente vulnerable en materia energética y económica, los miles de millones en subsidios de este año son la prueba inequívoca de esa problemática.

Desde esa perspectiva, debemos continuar con el proceso de diversificación y conversión que iniciamos desde el año 2007 de nuestra matriz energética y dando preferencia a la utilización del Gas Natural; toda vez que, sus ventajas sobrepasan por mucho sus debilidades.

Debilidad del Sistema.

A pesar de que nuestro Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) ha recibido una ingente diversificación en los últimos 15 años, aun al día de hoy tenemos inconmensurables debilidades que convierten la energía final que reciben los dominicanos en una de las más costosas de Latinoamérica en términos relativos.

De igual forma, los subsidios y el monopolio privado son todavía el mayor desafío de nuestro sistema. Por eso, un estudio realizado por El Centro Mexicano de Relaciones Internacionales (CEMERI) establece que “los subsidios son la forma más ineficiente de brindar protección social, pues por cada USD 10 solo 1 llega al 20% más pobre de los hogares mientras que el resto se destina a grupos de ingresos más altos”.

Asimismo, otro de los aspectos que debilitan el (SENI) es la imposibilidad de generar energía renovable de manera continua las 24h y la falta de almacenamiento a gran escala de la misma. Por tal razón, el Gas Natural sería la fuente idónea para mitigar esas deficiencias conjuntamente con la estabilidad y su bajo precio.

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Además, los efectos negativos que produce en el medio ambiente son inferiores a las demás fuentes ordinarias. Verbigracia, las emisiones a Carbón son 320 grCo2/kwh, Gasóleo 273 grCo2/kwh, Gas Butano 238 grCo2/kwh, Gas Propano 233 grCo2/kwh mientras que el Gas Natural es solo 204 grCo2/kwh.

La Conversión del SENI.

La Ley 1-12 que creó la Estrategia Nacional de Desarrollo, estableció la necesidad de asegurar un suministro confiable de energía eléctrica a precios competitivos y en condiciones de economía financiera y ambientalmente sostenible. Por ello, mediante Decreto 62-18 se inició un proceso de facilidades para que las empresas de generación iniciaran la conversión a Gas Natural.

Dentro de ese contexto, la empresa ENERGAS, y las unidades Quisqueya I y II se convirtieron a Gas Natural propiciando inconmensurables beneficios y ahorros para el Estado dominicano. En virtud de ello, en tan solo dos años nos hemos ahorrado cerca de 235 millones de dólares; el equivalente a la protección de millones de árboles y las proyecciones a partir de 2023 sobrepasan los USD 500 millones en ahorros.

En ese sentido, ahora que después de la rúbrica del Pacto Eléctrico la facturación está presentando un incremento trimestral es cuando más necesitamos crear las condiciones para la estabilización de los costos de generación y el precio final de la energía, variables que se consiguen con las plantas a Gas Natural ya que sus contratos están fuera del mercado spot.

En conclusión, esperamos que éste sea un proceso irreversible y que las autoridades promuevan la conversión de las plantas que aun operan con derivados del petróleo, que cubran el 6% de la demanda anual bajo ese mismo recurso. Y, así podamos abaratar y mantener la estabilidad en el precio de la energía e ir reduciendo los daños al medio ambiente.