Con la visión de potenciar una cultura de emprendimiento e innovación como forma de pensar y actuar en la vida, en el año 2014, el Ministerio de Industria Comercio y Mipymes (MICM) de la República Dominicana lanzó por primera vez la Estrategia Nacional de Emprendimiento 2014-2018, basada en los indicadores del Sistema de Integración Centroamericana denominada “SICA EMPRENDE”.
En aquel momento, el 53.4% de los potenciales emprendedores dominicanos afirmaron que en los siguientes tres años iniciarían algún negocio, colocando el país como líder de la región en potencial emprendedor y en el cuarto lugar en el ranking mundial.
El Doing Business 2020 del Grupo Banco Mundial estableció que la puntuación general del índice de facilidad para hacer negocios de República Dominicana fue de 60, un punto porcentual encima de la media regional, y 18.4 puntos porcentuales detrás que el promedio de los países desarrollados.
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Sin embargo, las dificultades en el acceso a créditos, medidas fiscales y formativas complejas siguen siendo la piedra en el camino para el emprendedor dominicano; aún cuando contamos con la Ley de Emprendimiento No. 688-16 cuyo objeto es la creación y sostenibilidad de emprendimientos y su incorporación a la economía formal.
Frente a estos retos, una iniciativa resalta ante la necesidad de los emprendedores, se trata de la II Feria de Innovación y Emprendimiento realizada por Proindustria, y apoyo de liderazgos comprometidos como el demostrado por su director general, Ulises Rodríguez, son necesarios para fortalecer nuestra fábrica de sueños y transformarlos en una realidad que impactará a mediano plazo la reducción de la pobreza, generación de empleo y crecimiento económico.
El reto nación es alcanzar la fórmula matemática adecuada en donde se multipliquen los proyectos, se sumen emprendedores, se distribuyan y ajusten equitativamente los requisitos y se resten limitaciones aquellos que deciden apostar por la innovación.