El mundo empresarial está cambiando rápidamente de rumbo y apuntando a un nuevo paradigma basado en la creación de valor sostenible para todos los grupos de interés.
Ante esta nueva realidad, la gestión integral de la reputación se ha convertido en la manera de afrontarlo y es clave para emprender. Para gestionar correctamente la reputación de cualquier empresa, es necesario identificar los potenciales riesgos reputacionales, entendidos como aquellos eventos que quiebran las expectativas y crean desconfianza de los grupos de interés, provocando un impacto negativo en la capacidad de generación de valor futuro de la compañía.
De manera paralela a los riesgos reputacionales, también es importante identificar los atributos reputacionales, para gestionarlos adecuadamente en la dirección de responder a las expectativas que tienen los propios grupos de interés.
Al respecto, Iban Campo, director de LLYC, afirmó que “gestionar adecuadamente los atributos reputacionales permite contar “tu historia tal cual la concibes y valoras, como quieres que la entiendan tus grupos de interés”.