Una patrulla estatal de Texas obstruye una calle que conduce a una sinagoga en Colleyville, Texas, donde al parecer un hombre había tomado rehenes, el sábado 15 de enero de 2022. (AP Foto/Jake Bleiberg)
Texas— Las personas mantenidas como rehenes dentro de una sinagoga en Texas fueron rescatadas el sábado en la noche, dijo el gobernador Greg Abbott, en lo que fue el desenlace de una crisis que había durado casi 12 horas.
“Las oraciones fueron escuchadas. Todos los rehenes están vivos y a salvo”, tuiteó Abbot.
Abbott envió su tuit apenas después de que se escuchara lo que parecieron fuertes disparos provenientes de la sinagoga, donde las autoridades dijeron que un hombre mantuvo a personas cautivas mientras exigía la libertad de una neurocientífica paquistaní declarada culpable de intentar el asesinato de oficiales del Ejército de Estados Unidos en Afganistán.
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El secuestrador fue declarado muerto después, dijo un agente a The Associated Press a condición del anonimato. De momento no se dieron a conocer los detalles del rescate ni de la muerte del hombre.
El FBI dijo que el hombre estaba enfocado específicamente en un asunto que no estaba relacionado directamente con la comunidad judía.
El agente especial del FBI, Matt DeSarno, dijo que no había indicio inmediato de que el sujeto fuera parte de algún plan más amplio aunque la investigación de la agencia “tendrá alcance global”.
Se creía inicialmente que al menos cuatro rehenes se encontraban dentro de la sinagoga, dijeron tres agentes a condición del anonimato a The Associated Press porque no estaban autorizados a hacer declaraciones sobre una investigación en curso.
Se presume que el rabino de la sinagoga figuró entre los rehenes, dijo uno de los agentes. Un agente dijo que el hombre decía estar armado pero las autoridades no habían confirmado esa situación.
El Departamento de Policía de Colleyville informó que un rehén fue liberado a salvo poco después de las 5:00 de la tarde del sábado. Se esperaba que esta persona se reuniera con su familia y no necesitó atención médica.
Las autoridades continúan intentando discernir el motivo preciso de este ataque. Se escuchó al secuestrador exigir la libertad de Aafia Siddiqui, una neurocientífica paquistaní que supuestamente tiene vínculos con la red Al Qaeda y fue declarada culpable de tratar de matar a oficiales militares estadounidenses cuando la detuvieron en Afganistán, dijo uno de los policías. El hombre dijo que quería conversar con ella, según los agentes. Siddiqui se encuentra en una prisión federal en Texas.
Los agentes dijeron que los investigadores no han identificado positivamente al sujeto y advirtieron que la información se basaba en pesquisas preliminares porque la situación se desarrollaba rápidamente.
Un rabino en la ciudad de Nueva York recibió una llamada del rabino que se cree era mantenido como rehén en la sinagoga para exigir la libertad de Sidddiqui, dijo uno de los agentes. El rabino en la ciudad de Nueva York reportó la llamada al número de emergencias 911.
La policía fue la primera en presentarse a la sinagoga alrededor de las 11:00 de la mañana y las personas fueron desalojadas de los alrededores poco después, dijo la portavoz del FBI en Dallas, Katie Chaumont.
Los oficios religiosos estaban siendo transmitidos en vivo en la página de Facebook de la sinagoga. El diario Fort Worth Star-Telegram reportó que en la transmisión en vivo pudo escucharse a un hombre enojado despotricando y hablando sobre religión en ocasiones, pero no pudo verse lo que ocurría en el interior de la sinagoga.
Poco antes de las 2:00 de la tarde, el hombre dijo: “Ustedes deben hacer algo. No quiero ver a esta persona muerta”. Momentos después, la transmisión se cortó. Un portavoz de la compañía Meta confirmó después que Facebook había eliminado el video.
Muchas personas escucharon al secuestrador referirse a Siddiqui como su “hermana” en la transmisión en vivo, pero Faizan Syed, director ejecutivo del Consejo para las Relaciones Estadounidenses-Islámicas en Dallas Fort-Worth, Texas, dijo a The Associated Press que el hermano de Siddiqui, Mohammad Siddiqui, no estaba implicado. Syed señaló que el apoyo y las oraciones del consejo estaban con las personas retenidas en la sinagoga.
La residente de Texas, Victoria Francis, dijo a la AP que había visto la transmisión en vivo durante alrededor de una hora antes de que la cortaran. Señaló haber escuchado al hombre despotricar contra Estados Unidos y afirmar que tenía una bomba.
“Divagaba demasiado. Estaba muy furioso y cuanto más se irritaba más amenazas profería, como ‘yo soy el tipo de la bomba. Si cometen un error, esto es culta pusa’. Y se reía de eso”, agregó. “Era evidente su gran angustia”.
Francis, que creció cerca de Colleyville, buscó la transmisión después de leer sobre la situación de rehenes. Dijo que se escuchaba como si el hombre estuviera conversando por teléfono con el departamento de policía, mientras el rabino y otra persona intentaban ayudar con las negociaciones.
Colleyville, una comunidad de alrededor de 26.000 habitantes, se ubica a unos 23 kilómetros (15 millas) al noreste de Fort Worth. La sinagoga se ubica entre varias casas en un vecindario lleno de árboles que tiene varias iglesias, una escuela media y elemental y una granja de caballos.
La Congregación de Beth Israel es dirigida por el rabino Charlie Cytron-Walker, que ha estado ahí desde 2006 como el primer rabino de tiempo completo del lugar.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, tuiteó el sábado en la noche que el presidente Joe Biden ya estaba al tanto del incidente y la información le era actualizada por altos funcionarios.
El primer ministro israelí Naftali Bennett dijo que seguía muy de cerca la situación. “Estamos orando por la seguridad de los rehenes y de quienes han acudido a rescatarlos”, escribió en Twitter.
El Consejo para las Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR por sus siglas en inglés), el grupo activista musulmán más grande del país, condenó el ataque.
“Este ataque antisemita más reciente contra una casa de adoración es un acto de maldad inaceptable, dijo el subdirector nacional de Cair, Edward Ahmed Mitchell, en un comunicado. “Mantenemos nuestra solidaridad con la comunidad judía y oramos porque las autoridades policiales puedan liberar a salvo y con rapidez a los rehenes. Ninguna causa sirve de justificación o excusa para este crimen”.
Siddiqui, una neurocientífica paquistaní con títulos de posgrado de la Universidad de Brandeis y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, fue sentenciada en 2010 a 86 años de prisión por los cargos de haber agredido y baleado a oficiales del Ejército de Estados Unidos después de que la detuvieran en Afganistán dos años antes.
La condena suscitó ira en Pakistán entre los dirigentes políticos y los partidarios de ella, quienes la consideraron una víctima del sistema de la justicia penal de Estados Unidos.
Desde entonces, las autoridades de Pakistán han manifestado interés en cualquier tipo de acuerdo o canje que pudiera resultar en la liberación de la neurocientífica y su caso continúa llamando la atención de simpatizantes. En 2018, por ejemplo, un hombre de Ohio que según fiscales planeó viajar a Texas y atacar la prisión donde Siddiqui se encuentra en un intento para liberarla, fue sentenciado a 22 años de cárcel.