Se tiene previsto sepultar restos del bachatero y merenguero dominicano Blas Durán hoy en el Cementerio Cristo Salvador, de Santo Domingo Este.

El controvertido artista, popular en las década de los 80 y parte de los 90 con su agrupación Blas Durán y sus Peluches, tenía complicaciones serias de salud que le impidieron hacer vida normal durante sus últimos años, entre ellos el mal de Parkinson y problemas de circulación, por lo que previo a su muerte le fue amputada una de sus piernas.

Aunque la música del artista, fallecido a sus 81 años la madrugada de ayer en su residencia de Los Frailes II, en Santo Domingo Este, y expuesto en la Funeraria Gresefu, de la avenida de las Américas, fue criticada y censurada por un doble sentido que claramente apuntaba al morbo y la jocosidad, gozó de una aceptable popularidad gracias a temas como “El gago”, “El piogán”, “La inyección”, “El total” y “Tu carnaval pasó”.

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De hecho, se presentó en escenarios de Estados Unidos, Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Rusia y Suiza.

Al conversar con su hija Ana Durán, quien acompañaba a su progenitor al momento de su muerte, aseguró que clínicamente se hizo lo posible por preservar la vida del artista con diferentes intervenciones.

En ese sentido, su descendiente expresó que, aunque el músico estaba retirado de la escena musical, la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores de Música (SGACEDOM) siempre estuvo pendiente de su salud.

Agradeció que “nunca lo abandonaron y le pagaban como músico”.

El cantante, compositor y productor de televisión nació en Las Colmenas, sección del Municipio de Nagua, en la Provincia María Trinidad Sánchez, el tres de septiembre de 1942.

Diez hijos le sobreviven al artista que, pese a críticas masivas, se impuso con un estilo musical distinto al de su época.