Dueños de bares y restaurantes esperan que clientes aumenten esta semana tras el inicio de la fase 3 de la desescalada.
A 48 horas que inicie la tercera fase de las desescalada de las medidas de restricción por la COVID-19 anunciadas por el presidente, Luis Abinader, en las que se unificará el toque de queda a nivel nacional desde las 11:00 p.m. hasta las 05:00 a.m. con dos horas de libre tránsito y la venta de bebidas alcohólicas desde el inicio de las medidas restrictivas, la vida nocturna del Gran Santo Domingo deja ver atisbos de dinamismo y los centros de diversión mantienen sus puertas abiertas después de las 08:00 p.m. de este lunes, a pesar de ser inicio de semana y no estar cerca de la fecha de cobro.
Establecimientos privados de recreación, esparcimiento y entretenimiento del Distrito Nacional, la Ciudad Colonial y Santo Domingo Este, específicamente la avenida Venezuela y sus alrededores, mostraban un tímido número de personas dentro de los locales, de las cuales pocas se veían usar las mascarillas que siguen siendo requisito «Sine qua non» las autoridades anunciaron que no relajarían los controles de salubridad, sumado al distanciamiento físico, la constante higienización de las superficies en los establecimientos, entre otras, pues aunque se espera volver a la normalidad y se cuenta un descenso en la incidencia de la COVID-19 esta aún es una amenaza que puede resurgir con fuerza en cualquier momento si la población se relaja demasiado.
Además, en un recorrido realizado por el periódico Hoy Digital, tampoco se observó que los dependientes de establecimientos de comida o expendio de bebidas alcohólicas visitados respetaran en su totalidad los protocolos anticovid.
Algunos de los empleados de estos establecimientos consultados, pero que no se animaron a que sus nombres fueran publicados, dijeron esperar que durante este fin de semana la actividad en este tipo de negocios aumente debido a que las medidas serán menos restrictivas y las personas podrán salir a compartir de manera más libre sin tener que acudir a la clandestinidad, por lo que algunos, incluso, se animaron a resaltar que la apertura de los negocios de esparcimiento era un aliciente para las autoridades que se enfrentarían a una reducción «Considerable» de los denominados «Teteos clandestinos».
La víspera del inicio de la tercera fase de la desescalada anunciada por el Poder Ejecutivo y que comenzó el miércoles 07 de julio, encuentra a las estadísticas de la COVID en uno de sus puntos más sosegados desde inicio de la pandemia, con solo 163 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas y sin muertes reportadas en el boletín más reciente, sumado a una tendencia a la baja de la ocupación de la red hospitalaria por la enfermedad. Situación que merma la presión de las autoridades tras el anuncio que hizo la Asociación Dominicana de Clínicas y Hospitales Privados (ANDECLIP), de cerrar sus unidades de atención a la enfermedad por falta de pago de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS).
El sector de las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente los propietarios de bares y restaurantes, ven con beneplácito relajar las medidas de bioseguridad debido a que el sector se ha visto golpeado por la reducción de la actividad comercial, algunos han decido mantener sus negocios pasadas las 08:00 p.m. de este lunes incluso si no reciben clientes con el objetivo de que la ciudadanía conozca que ya están abiertos y que así, con el pasar de los días, comiencen a asistir de manera regular a estos establecimientos la clientela esperada. Esta es una estrategia que han empezado a aplicar a partir de este lunes los dueños de bares y restaurantes de la zona entre las avenidas Tiradentes y Lincoln.
No obstante, aunque muchos de estos negocios permanecen vacíos o con muy pocas personas dentro, los que se aprecian con una buena cantidad de clientes guardan una similitud con los primeros, en ninguno de los establecimientos se escuchaba música y el ambiente en general se presentaba tranquilo. A pesar de esto, en las calles aledañas a estos centros de diversión se observaba un gran numero de vehículos parqueados.