Silencio, miradas dubitativas y rostros desencajados se veían en los semblantes de varios padres ayer ante el inicio de clases a distancia, pues muchos estaban inmersos en los planteles escolares en la búsqueda de los cuadernillos de sus niños, mientras otros enfrentaban el dilema de tener varios niños, un solo televisor y un solo celular sin conectividad.

En Santo Domingo Oeste, en una casa de clase media baja, vive Miriam Herrera, una madre de tres niños que están en distintos grados y para estudiar deben sintonizar diferentes canales de televisión. Pero Herrera aún no sabe cómo estudiarán sus hijos porque solo tiene un televisor.

En su lugar de residencia, suele irse la luz y ella no cuenta con conectividad en su único celular.

No obstante, a las 9:00 de la mañana, pese a la música de alto volumen que escuchaba la vecina, Herrera y sus hijos sintonizaron la inducción de clases que el Ministerio de Educación transmitió por televisión, pero una hora después a su casa llegó una visita y todos salieron a atenderla, por lo que la docencia se quedó sin espectadores.

La madre indicó que aún no le han entregado cuadernillos y dijo que todavía no entiende bien cómo serán las clases en este año escolar, pues pensó que sería igual que a inicios de la pandemia, cuando sus hijos estudiaban a través de Whatsapp.

“Bueno… No sé”, contestó María Pujols, ante la pregunta de cómo se organizará para que sus tres niños tomen docencia, ya que al igual que Herrera, ella tiene una sola televisión. Nerviosa, Pujols manifestó que este año lectivo será difícil “porque es incómodo con tres muchachos y una TV, a veces no hay internet y así… Es medio difícil”.
Tampoco a sus niños les han dado cuadernillos y aseguró que no ha tenido contacto con los maestros por ninguna vía.

En el sector de Herrera, la situación del hijo de Manuela Rodríguez no es distinta, pero sí peor, pues estudiará interdiario, porque esa es la modalidad de trabajo de su madre y si ella no está en la casa nadie le podrá acompañar en sus estudios.

Mientras que en la calle Emma Balaguer, Ismael, quien está en segundo de secundaria, inició el año escolar desde su habitación, lugar en donde está su televisión, aunque demasiado alta para su comodidad.

Expresó que le gustaron las clases y que mantiene contacto con sus maestros a través de Whatsapp, pero dijo que está ansioso por recibir su cuadernillo.

En el otro extremo está Manuela Rodríguez, quien vive en Los Girasoles II y mientras lavaba la ropa frente a su casa, explicaba que sus dos pequeños vieron la ambientación del primer día de clases.

Argumentó que la del nivel inicial estudiará en la mañana y el que cursa el tercer grado tomará clases en la tarde. También dijo que justo ayer en la escuela le dieron los cuadernillos que sus hijos usarán.

Conectividad en la dirección. En la mayoría de escuelas de Santo Domingo Oeste ayer fue que entregaron los cuadernillos.

Las madres que retiraron el material también se quejaron de tener varios niños y una sola televisión, aunque mostraron esperanzas de éxito en este año lectivo.

Los maestros asistieron a los planteles, como dispuso el Ministerio de Educación, pero se encontraron con la dificultad de que solo tienen uno o dos televisores para más de veinte docentes que también deben seguir la transmisión escolar.

Además, aunque ellos tienen laptops o celulares, la conectividad solo está en la dirección del centro.