Nuestro país atraviesa por una gran crisis e inversión de valores morales y de honestidad. Nunca como ahora se hace tan necesario que la nueva Cámara de Cuentas de la República (CCRD) esté integrada por hombres y mujeres, que además de contar con una gran capacidad profesional y experiencia en el área de las auditorías y en el control de los recursos públicos, deben ser personas integras y de una gran solvencia moral, pues nuestro país requiere que los recursos públicos, que son de todos, sean administrados con eficiencia, transparencia, pulcritud y honestidad.
El primer gran reto y desafío que tendrán que enfrentar los integrantes de la CCRD será rescatar la imagen, confianza, credibilidad y el respeto de esta institución, pues estos han sido tirados por la borda, fruto de los desaciertos, incompetencia, falta de autoridad, voluntad, gerencia, pudor e inconductas de los actuales incumbentes. Esto se logrará actuando con eficiencia, eficacia, exigiendo con autoridad la aplicación y el cumplimiento de la ley 10-04, obteniendo así, más y mejores informes de auditoría e investigaciones especiales oportunos y con calidad, que es lo que está demandando la sociedad.
Para ello se requerirá de la contratación y capacitación de auditores íntegros, del nombramiento de una Dirección de Auditoría y un Departamento Legal que no respondan a intereses particulares, para que las auditorias e investigaciones especiales fluyan con oportunidad y calidad, eliminando el cuello de botella que actualmente existe en esas direcciones. Se debe contratar las licencias de TeamMate, herramienta de alta tecnología, la cual contribuye con la eficiencia, calidad y rendimiento en las labores del auditor. Para ello el presupuesto asignado debe ser administrado con prudencia, eficiencia y austeridad.
Otro de los grandes retos será fortalecer y tecnificar la Oficina de Evaluación y Fiscalización de las Declaraciones del Patrimonio de los Funcionarios Públicos, para que estas sean confirmadas con la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), con la Superintenccia de Bancos y con la Jurisdicción Inmobiliaria, no para archivarlas y almacenarlas, generando una montaña de papeles improductivos, tal como lo expresa la ley 311-14.
Además, continuar contribuyendo con el fomento, promoción y difusión de una cultura de transparencia, rendición de cuentas y lucha contra la corrupción, tal como lo hizo el Patricio Juan Pablo Duarte y Diez, cuya iniciativa desarrollé a través de conferencias por todas las universidades, escuelas e instituciones públicas del país durante mi gestión como miembro de la CCRD, periodo 2010-2016, realizando grandes aportes en la exigencia de informes de calidad y al cumplimiento de la ley;
La próxima CCRD debe retomar los avances y logros obtenidos en la gestión 2010-2016, firmar acuerdos de cooperación con organismos nacionales e internacionales, como la DGII, el Instituto de Contadores Públicos Autorizados de la República (ICPARD), Instituto de Auditores Internos, con la Asociación de Firmas de Auditores Independientes, con las distintas universidades del país.
Se debe diseñar un Plan Anual de Auditorias especializadas, tomando en consideración las instituciones que reciben una mayor cantidad de recursos, las que hace tiempo que no se fiscalizan, las que son demandadas por la sociedad, coordinando las labores de fiscalización con los demás órganos del Sistema Nacional de Control, como los son: el control interno o previo (Contraloría de la República), control legislativo (Congreso Nacional) y el Control Social, como veedor, para que cada uno cumpla con la responsabilidad que le corresponde.
“Soy graduado de licenciado en Contabilidad y Auditoría de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, profesor universitario, con más de 45 años de ejercicio como contador, auditor, contralor y gerente financiero de los principales grupos empresariales del país y en el sector público; con una maestría en Relaciones Internacionales y diversos diplomados realizados en Comercio Internacional. He sido diputado al Congreso Nacional y socio fundador de la firma de auditoría y asesoría financiera “Cruz Polanco y Asociados”.
Desde hace varios años he sido colaborador de varios periódicos y revistas nacionales e internacionales sobre temas de transparencia, rendición de cuentas, valores morales y fortalecimiento institucional”.
Dirigí el boletín “Cuentas” y coordiné las comisiones de Control Interno y de Efemérides Patrias de la CCRD. Actualmente fui designado vicepresidente de la Comisión de Normas, Cámara de Cuentas y Contraloría del ICPARD.
“Por mi amplia experiencia en auditoria, por haber exhibido una conducta correcta, por mi honestidad probada, prudencia, discreción y respeto, puedo ser un ente de equilibrio, armonía y concertación en la CCRD, para que esta institución sea relanzada, fortalecida, modernizada, tecnificada y valorada”.
Estos argumentos fueron emitidos durante mi exposición e interrogatorio a que fui sometido por la comisión de la Cámara de Diputados como postulante a miembro del órgano superior del control externo y fiscalización de los recursos públicos de la República. Ojalá que así sea.