Reumas pediátricas ¿Qué tan frecuentes son?

Reumas pediátricas ¿Qué tan frecuentes son?

Cuando se piensa en enfermedades reumáticas, por lo general vienen a la mente los adultos mayores.
Sin embargo, los niños también pueden padecer reumas, eso sí, no son tan frecuentes como en los adultos.
Así lo aclara el pedíatra Edgar Allan Vargas, quién señala además que las reumas pediátricas son de naturaleza autoinmune y se presentan afectando el sistema músculo esquelético, así como varios órganos y sistemas, con complicaciones a largo plazo que llevan a la discapacidad, con una morbimortalidad significativa.
Explica que el reuma se produce por una inflamación en las articulaciones, que puede derivar en dolor e incluso perdida de movimiento.
“Si no pensamos en ellas, se hace difícil el diagnóstico y el inicio del tratamiento es tardío”, dice.
Apunta que la fiebre prolongada, cansancio y la fatiga progresiva, así como pérdida de peso, son síntomas comunes en casi todas.
“A esto le sumamos, dolor de grandes o pequeñas articulaciones o la aparición de erupción facial y en otras partes del cuerpo. Con mucha frecuencia, no incluimos las enfermedades reumatológicas en el diagnóstico diferencial de esos síntomas”, especifica.
Tipos de reumas infantiles. El especialista detalla que existen diversos tipos de reumas pediátricas entre las que menciona: Lupus Eritematoso Diseminado o sistémico LED, es de las más comunes, donde la fiebre, la fatiga, fotosensibilidad, erupción con forma de mariposa en el rostro, caída del pelo, ulceras bucales, dolor articular y de pecho, es la forma de presentarse.
En infantes con inicio de la enfermedad, es frecuente la afectación del riñón, siendo más común en niñas que en niños, dejando en los órganos afectados, daños permanentes.
La artritis idiopática juvenil es otra de las enfermedades reumatológicas frecuentes en la infancia y adolescencia. Esta se manifiesta con dolor prolongado e inflamación articular, con rigidez y reducción de los movimientos, acompañado de fiebre prolongada. “Se debe incluir en el diagnóstico diferencial de los dolores articulares y de miembros superiores e inferiores de niños; tal como los llamados dolores de crecimientos; es importante descartar leucemia linfocítica aguda, que en su aparición, los síntomas podrían ser semejantes”, asegura Vargas.
La dermatomiositis juvenil, también es una patología reumatológica infantil, aunque no tan frecuente como las anteriores.
Afecta músculos produciendo debilidad y cambios cutáneos. En su diagnóstico, al igual que las demás, tiene alteradas muchas de las pruebas solicitadas.
¿Cómo se detecta? El médico dice que cuando se hacen analíticas, se encuentran anormalidades en muchos exámenes: elevación de marcadores inflamatorios como son la eritrosedimentación, la PCR (proteína C reactiva), ASO (anti-estreptolisina O), ANA (anticuerpos antinucleares) y reducción del conteo celular (plaquetas, leucocitos, anemias) que harían pensar en una enfermedad reumatológica. El médico aclara que estos exámenes solicitados de forma aislada no son específicos de una enfermedad, por lo que su interpretación se debe hacer en el contexto de una buena historia clínica.

Dice que al igual que todas las demás enfermedades, una buena historia clínica y examen físico apoyados con las pruebas de laboratorio, ayudan al diagnóstico.
Se debe hacer diagnóstico diferencial de otras causas de miositis producidas por virus como la influenza y coxsakievirus o entidades neurológicas como el síndrome de Guillain Barre y la miastenia gravis o reumatológicas.
“No se conocen formas de cómo prevenirlas, pero el pensar en la posibilidad de la enfermedad, lleva al paciente a un referimiento temprano, obteniendo del reumatólogo un diagnóstico preciso, para un tratamiento a tiempo”, señala.
¿Cuándo acudir al reumatólogo? En presencia de inflamación articular, más si se asocia a una enfermedad que afecta otros sistemas, con dolores articulares nocturnos, debilidad muscular progresiva y manifestaciones cutáneas (manchas o erupciones), aconseja el pediatra.

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