NUEVA YORK — Roger Federer sacó mal y no pudo desplegar su juego. Y quedó fuera del Abierto de Estados Unidos, eliminado por primera vez en su carrera por un rival que no estaba entre los 50 mejores tenistas de la ATP.
Luciendo lento y cansado en una sofocante noche en el estadio Arthur Ashe, Federer cometió 10 dobles faltas, desaprovechó tres puntos de set y sucumbió 3-6, 7-5, 7-6 (7), 7-6 (3) ante el australiano John Millman en un juego de octavos de final que terminó casi a la 01:00 de la madrugada del martes.
Esta fue la segunda vez que Federer cae antes de cuartos de final en sus 14 últimas apariciones en el último major del año. El suizo, con cinco Abiertos de Estados Unidos en su palmarés, forma parte del selecto grupo de tenistas que atesoran 20 títulos de Grand Slam.
“Tengo mucho respeto por Roger y por todo lo que ha hecho por el deporte. Ha sido mi héroe, y hoy no estuvo definitivamente en su mejor forma”, dijo Millman. “Pero bueno, me vale”.
Su eliminación frustra además el esperado duelo de cuartos con Novak Djokovic, con 13 grandes a sus espaldas. En su lugar, el serbio, sexto en la clasificación de la ATP, se medirá a Millman (55), que hasta la semana pasada nunca había pasado de tercera ronda en un major.
Millman insistió en que no se dejaría intimidar por Federer y quizás le benefició el haber entrenado juntos meses atrás, antes del inicio de la temporada de hierba.
Sin embargo, el resultado de su duelo fue sorpresivo. No solo por la derrota de Federer _ quien inició la jornada con una foja de 28-0 en Flushing Meadows y de 127-1 en partidos de Grand Slam en general _ o porque su rival estuviera por debajo del puesto 50 en la ATP, sino por como perdió. Empezando por esto: Federer tuvo dos puntos de set sacando para el segundo con 5-4, 40-15 y no pudo concretarlos; tuvo otro en el tercero con 6-5 en el desempate que tampoco supo materializar.
En el cuarto set, se puso 4-2 por delante, gritando “¡Vamos!” y poniendo en pie a todos los ruidosos espectadores equipados con prendas con sus iniciales “RF”, lo que llevó al juez de silla a pedir silencio repetidamente. Pero en algo poco habitual en él, Federer perdió su saque justo después con un mal juego que quedó en evidencia cuando golpeó lo que debería haber sido un sencillo remate en la red.
Y además estuvieron los problemas con su saque. En el último tiebreaker, cometió dos dobles faltas consecutivas.
Los primeros síntomas obvios de que tenía problemas comenzaron mucho antes, en el segundo juego del segundo set. Atravesó un bache de 15 minutos en los que perdió 18 de sus 20 primeros servicios. Aunque finalmente se recompuso, tuvo que salvar siete puntos de break en el camino. Estaba claro que el suizo, de 37 años, no estaba en su mejor momento.
Quizás le afectó el 75% de humedad. Los buenos golpes de Millman desde el fondo tampoco ayudaron. Mientras el conteo de errores no forzados subía _ el suizo terminó con 77, casi tres veces más que los 28 del australiano _ la esposa de Federer, Mirka, se tapaba la cara con las manos en la grada.
Horas antes, Djokovic solicitó una pausa para recibir atención médica por segunda vez en el certamen, antes de doblegar 6-3, 6-4, 6-3 al portugués Joao Sousa, en el 68to puesto del ranking mundial.
“Ya no soy un joven de 21 años. Eso fue hace 10 años. No me siento viejo todavía, pero al mismo tiempo hay un reloj biológico que no corre a tu favor”, reconoció el serbio (6to preclasificado), en sus comentarios al público luego del encuentro. “Algunas veces, simplemente tienes que sobrevivir”.
Lo hizo y llegó a la ronda de los ocho mejores por 11ma vez en Nueva York, donde busca su tercer título. Djokovic persigue además su 14to trofeo de Grand Slam.
El duelo de cuartos de final en la parte baja del cuadro será una revancha de la final de 2014. El croata Marin Cilic chocará con el japonés Kei Nishikori.
Cilic, quien doblegó a Nishikori hace cuatro años para conseguir su único trofeo en las grandes citas, se impuso 7-6 (6), 6-2, 6-4 al belga David Goffin, mientras que Nishikori dio cuenta del alemán Philipp Kohlschreiber, por 6-3, 6-2, 7-5.
Tanto Nishikori como Djokovic se perdieron el US Open del año anterior por lesiones de brazo.
El lunes, cuando se le preguntó si pensaba que recuperaría sus facultades tenísticas después de la larga ausencia, Djokovic respondió: “Lo he imaginado, he esperado eso, he rezado por eso”.
Más tarde, Maria Sharapova vio rota su foja perfecta en duelos nocturnos del US Open. La española Carla Suárez Navarro la venció por 6-4, 6-3 para anclar en los cuartos de final.
La rusa Sharapova (22da preclasificada) tenía un récord de 22-0 bajo las luces del estadio Arthur Ashe. La monarca de este certamen en 2006 ha perdido en la cuarta ronda de sus últimas tres apariciones.
Suárez Navarro (30ma) se medirá con Madison Keys, quien volvió a los cuartos de final con un triunfo por 6-1, 6-3 sobre la eslovaca Dominika Cibulkova.
Keys (14ta) fue subcampeona del Abierto de Estados Unidos el año pasado, sucumbiendo en la final ante Sloane Stephens. Cayó nuevamente frente a Stephens este año en las semifinales del Abierto de Francia.
En los otros dos duelos de mujeres, la japonesa Naomi Osaka eliminó por 6-3, 2-6, 6-4 a la bielorrusa Aryna Sabalenka, mientras que la ucraniana Lesia Tsurenko se impuso a la checa Marketa Vondrousova, por 6-7 (3), 7-5, 6-2.