Rompe cabezas

Rompe cabezas

Cuando se separa la palabra “rompe cabezas”, ¿qué pensamientos te vienen a la mente? Tal vez ninguna si es la primera vez que lo piensas, pero ya que estamos en esto, ¿qué pensamiento te llega el término “rompe cabezas”. Cuando dejo de pensar en el juego y los maravillosos rompecabezas que he visto y he querido completar, me hace pensar en cosas que hagan “romper la cabeza” metafóricamente hablando; que de tanto buscarle la vuelta, te de jaqueca, que no entiendas, o que creas entender pero no comprendas, y pues piensas más en eso. Y no del tipo de adivinanzas o sopas de letras.

Me aparto del ámbito de juego y gozo y me torno gris y existencial, y me hace pensar en desamores, en oportunidades no aprovechadas y perdidas, en fracasos aun poniendo el corazón, en comportamientos complejos sin sentido a los ojos de quien no es la persona, en comportamientos contrarios a los deseos de una persona, en mentiras egoístas (si es que acaso no todas lo son), en la maldad, en el maquiavelismo, en la cortesía fingida, en la hipocresía entre amigos, en intenciones de amor manchadas con odio, en opiniones basadas en desconocimiento, en personas que se quieren y no se ven.

Piezas de distintos rompecabezas:
– Cuando la persistencia es forzada.
– Cuando hablan, pero no se comunican.
– Cuando quieren y no se puede.
– Cuando se resiente.
– Cuando se miente.
– Cuando se evita.
– Cuando eres un fantasma.
– Cuando el miedo le gana al amor.
– Cuando el amor se condena por el miedo.
– Cuando el pasado es el presente.
– Cuando el pasado es el futuro.
– Cuando se intentó y no resultó.
– Cuando resultó como no se esperaba.
– Cuando se espera que el otro quiere, la persistencia puede ser redundante.

Recuerda que eres responsable de cómo te sientes aún te sientas mal por factores externos. Aún no seas culpable de lo que drena u obstaculiza tu alegría y energía, tienes la responsabilidad contigo mism@ de conocerte y encontrar la manera de no reaccionar hacia lo que no quieres. Equilibrio con paciencia y sabiduría en el tanque. ¡Cada quien es responsable de construir su paz! Aunque humanos al fin, la ayuda de los demás hermanos de vida suele facilitar las cosas.

Nunca he visto un rompecabezas que se complete con piezas de otro.