La expresidenta brasileña Dilma Rousseff recibió este lunes la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 y animó a la población a seguir su ejemplo, en momentos en que el país vive la peor fase de la pandemia con un promedio de 2.000 muertos diarios.
“Vacunada. Primera dosis de la Coronavac. Vacúnense. Cuídense”, escribió la exmandataria (2011-2016) en sus redes sociales, junto con una fotografía en la que aparece con mascarilla en el interior de un vehículo, mientras le aplican el fármaco del laboratorio chino Sinovac.
Rousseff, de 73 años, acompañó su mensaje con las etiquetas #VacunasParaTodos y #VacunaYa, que se han hecho populares en Twitter para defender los beneficios de una campaña de inmunización que marcha a cuentagotas en este país de 212 millones de habitantes.
Hasta la fecha han recibido la primera dosis un 5,6 % de la población del país y la segunda, apenas un 2 %. Además de Rousseff, también han sido vacunados los expresidentes José Sarney (1985-1990), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Michel Temer (2016-2018).
El actual jefe de Estado, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que niega la gravedad de la pandemia, dijo en un primer momento que no se vacunaría contra la covid-19, aunque a principios de este mes abrió la posibilidad a hacerlo “más adelante».
Bolsonaro, que este domingo cumplió 66 años, fue contagiado con el nuevo coronavirus en julio del año pasado y estuvo 20 días confinado en su residencia hasta superar la enfermedad.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, Bolsonaro ha censurado la adopción de restricciones a la movilidad para combatir la covid-19, que llegó a calificar de “gripecita»; defendido tratamientos sin efectividad científica comprobada, como la cloroquina; y puesto en duda la eficacia de las vacunas y las mascarillas.
Con un promedio diario de 2.000 muertes, Brasil es el actual epicentro global de la pandemia y acumula hasta la fecha casi 12 millones de positivos y 295.000 muertes por covid-19, según datos oficiales.
En estos momentos, buena parte del país vive el colapso sanitario de sus hospitales o está cerca de ese escenario, lo que ha provocado que empiecen a escasear medicamentos, como oxígeno o sedativos, que son de vital importancia para los pacientes más graves de covid-19.