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Las fuerzas militares rusas cañonearon ayer el centro de Jersón, la importante ciudad de la que los soldados rusos se retiraron el mes pasado en uno de los mayores reveses de Moscú en el campo de batalla en Ucrania.
Tres personas resultaron heridas en los ataques, dijo el subjefe de despacho presidencial Kyrylo Tymoshenko.
Desde su retirada, las tropas rusas han atacado con frecuencia la ciudad sureña y la región circundante. El gobernador regional, Yaroslav Yanushevych, dijo ayer que Rusia había llevado a cabo 54 ataques con cohetes, morteros y tanques durante el día anterior, matando a tres personas e hiriendo a seis.
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Mientras tanto, en Rusia, el gobernador de la región de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, dijo ayer que una persona murió y ocho resultaron heridas por un cañoneo ucraniano contra la región, que se encuentra a lo largo de la frontera norte de Ucrania.
En la última fase de la guerra que comenzó Rusia hace casi 10 meses, las fuerzas de Moscú han estado atacando la infraestructura de uso civil, como las de agua y electricidad, lo que ha agravado el sufrimiento de ucranianos a medida que llega el invierno.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, aprovechó la final de la Copa del Mundo de fútbol para denunciar la guerra.
