Nueva York. Las estrellas de Hollywood Ryan Reynolds y Jake Gyllenhaal forjaron una gran amistad tras conocerse en el rodaje del thriller futurista “Life”, que se estrena hoy en Estados Unidos y en el que confiesan haberse “divertido mucho».
Así lo explicaron los actores en una entrevista con Efe durante la presentación de la película en Nueva York, en la que su complicidad se hizo manifiesta, ya que pasaron gran parte del tiempo bromeando entre ellos.
“Todos los actores tenemos una idea de lo que la gente piensa que somos en nuestras vidas privadas. Yo me sorprendí del maravilloso ser humano que es Ryan. Es un gran padre, marido y hermano para mí (…). Es un buen tipo”, confesó Gyllenhaal mientras miraba a su compañero de rodaje.
“Como actores, no estamos tan involucrados en el resultado final de la película. Con lo que nos quedamos es con el proceso, con las relaciones que forjamos durante el mismo y con la esperanza de que la película funcione, que sea una experiencia increíble”, aseguró Gyllenhaal, para quien cada interpretación es “una lección». Por su parte, el canadiense Reynolds aseguró que conocer a su compañero de reparto fue “lo mejor que le ha pasado” en el plató.
“Aunque seamos completamente narcisistas y, generalmente, pensemos solo en nosotros mismos, por un momento me paré a pensar en Ryan y en lo estupendo que es”, bromeó Gyllenhaal.
“Este fue el ambiente en el que trabajamos durante la película”, dijo Reynolds, quien se disculpó y reconoció que durante el rodaje los productores les llamaron la atención por su actitud bromista.
El filme que ha unido al protagonista de “Deadpool” y al intérprete de “Zodiac” narra el viaje de una tripulación de astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés) que logra capturar una sonda espacial de Marte, la cual contiene lo que podría ser la primera prueba de vida extraterrestre.
Reynolds explicó que durante el rodaje de “Life” los actores llevaron los pesados trajes espaciales EVA, aquellos que los astronautas utilizan fuera de la nave y, además, tuvieron que ponerse en forma para aprender a moverse con los cables de los que colgaban para simular la ausencia de gravedad.
“Pasamos mucho tiempo envueltos en esos cables y eso fue la parte más divertida. Me gusta que me metan presión y eso fue lo que vivimos día a día durante el rodaje”, dijo Gyllenhaal al respecto.