Sacsayhuaman-Cusco (Peru): ¿Las piedras artificiales?

Sacsayhuaman-Cusco (Peru): ¿Las piedras artificiales?

En 2010, invitado por Sacro Arquitectos a impartir una Conferencia en la Casa – Museo “Osma” en el Distrito de Barranco, Lima (Perú), tuve, luego de la conferencia, la oportunidad de conocer Cusco y Machu Picchu.

En Cusco, ciudad símbolo de la cultura andina, visité la imponente estructura arquitectónica megalítica llamada Sacsayhuaman (del aymaras aqsawwaman, lugar donde se sacia el halcón), ubicada a una altura de 3500 metros sobre el nivel del mar. Sacsayhuaman es un lugar misterioso y fascinante. Sitio arqueológico de extraordinaria belleza, único en el mundo. Cuando los conquistadores del ejército de Pizarro llegaron en 1533 a Cusco, quedaron asombrados frente a este inmenso monumento megalítico, de muros ciclópeos y pesados.

Gigantescas piedras, de varias decenas de toneladas de peso, trasladadas a una altura de 3.500 metros sobre el nivel del mar, por un pueblo que, según la reconstrucción de los arqueólogos, no debería haber poseído animales de tiro como toros o caballos, no utilizaba cadenas o cuerdas, y que probablemente no usaba la rueda para el transporte. Este es un aspecto del sitio de Sacsayhuaman que literalmente deja a los arqueólogos sin respuesta, ¿cómo lo hicieron? y, sobre todo, ¿por qué y para qué lo hicieron? Ningún estudioso ha aportado evidencia suficiente y exhaustiva sobre cómo se construyó Sacsayhuaman y cuál fue su función, además, nadie sabe cuándo se construyó, aunque la arqueología oficial ha indicado que los indígenas de la cultura Killke habían construido la imponente estructura en el año 1000 d.C. (otros investigadores indican los Incas como los constructores de Sacsayhuaman a partir de 1438 d.C, durante el reinado de Pachacutec). Para algunos investigadores, Sacsayhuaman es la representación de la cabeza de un puma, para otros, es una fortaleza de defensa de la Ciudad de Cusco, otros sostienen que es un centro ceremonial. La estructura está conformada por tres muros en zig-zag de aproximadamente 400 metros de largo, se ha calculado que algunas piedras pesan hasta 200 toneladas, el volumen total de los tres muros es de aproximadamente 6000 metros cúbicos.

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Si bien algún día se podrá explicar exhaustivamente cómo se construyó Sacsayhuaman, siempre quedará la duda de por qué y cuándo se erigió.

Es difícil entender las razones de una construcción tan compleja que ciertamente tomó muchas décadas en completarse, aunque debemos recordar que hay cientos de construcciones megalíticas en el mundo y los antiguos seguían lógicas complicadas para nosotros, que respondían a ritos y ceremonias que hoy son completamente incomprensibles.

Algunos estudiosos sostienen que la fortaleza era mucho más grande, ya que los españoles usaron muchas piedras para construir casas e iglesias en Cusco. Es increíble cómo las piedras están perfectamente encajadas entre sí, de modo que ni siquiera la hoja de un cuchillo pueda atravesarlas. ¿Cómo fue posible construir algo tan perfecto sin usar herramientas modernas de construcción y corte, sin fuerza motriz, que solo apareció en el siglo XIX?

Según expertos, algunas de las piedras más pesadas (de andesita) se encontraban en las cercanías de Sacsayhuaman. Sin embargo, es necesario entender cómo se levantaron para colocarlas y encajarlas, una encima de la otra, y cómo transportaron las piedras provenientes de lugares lejanos. (Quizás las piedras fueron deslizadas sobre troncos de árboles sostenidos por gruesas cuerdas).

Una vez agrupadas las piedras en el lugar donde se construiría la estructura, se procedió a redondear las esquinas para poder encajarlas entre sí.

Debemos tener presente que el concepto “tiempo” era considerado por los antiguos de manera diferente a como lo pensamos ahora. Trabajar una roca durante meses o años era algo normal, el tiempo no era visto como un límite sino como una oportunidad. Para que una piedra encaje con otra, los antiguos constructores debieron utilizar martillos e instrumentos de una piedra más dura que la andesita, con el fin de modelar cada piedra y hacerla encajar con la otra.

Según la teoría oficial, para posicionar las pesadas piedras de abajo, se colocaba una rampa de madera, sobre la cual con la ayuda de troncos se deslizaba la piedra con la ayuda de postes de madera se lograba poco a poco posicionar cada piedra de la base, las cavidades que se notan en muchas de las piedras servían para apuntalar, ayudar a estabilizar y fijar las piedras antes de colocar de manera definitiva las piedras superiores.

Otros investigadores indican otra posibilidad: una vez que las piedras más grandes se colocaban en fila, procedían a cavar detrás para hacerlas deslizar hacia abajo a una profundidad aproximadamente igual a su altura. Luego se arrastraron las piedras relativamente más ligeras encima de las primeras, más pesadas. Para luego bajar el nivel del suelo de toda la zona, para que no se viera la trinchera excavado inicialmente.

Entrando en una interpretación fantástica y mágica (yo garantizo que la atmósfera y la experiencia del lugar es apropiada para la fantasía).

Existe una teoría de una planta que, mezclada con otras sustancias naturales, haría que la piedra fuera fácilmente maleable, como la arcilla, que usan los niños para jugar. Según esta teoría, los antiguos habitantes de la meseta estaban en posesión de técnicas de alquimia que permitían modelar la piedra como se deseaba y luego endurecerla nuevamente. Según una leyenda, el padre Jorge Lira demostró en los últimos años del siglo XX que la técnica de la maleabilidad de las piedras era real y se basaba en el uso de una planta llamada “jotcha”(aunque el sacerdote no pudo volver a endurecer la piedra). Sus experimentos nunca estuvieron respaldados por contrapruebas científicas y esta leyenda permanece oculta dentro de un aura de misterio.

En los últimos años, algunos importantes investigadores sostienen de haber descubierto que el revestimiento que cubre la pirámide romboidal de “Snefru” (Dahshur – Egipto) no está hecho de piedra caliza, sino de piedra “sintética” o “geopolímeros” (piedra hecha por humanos mediante un proceso químico). Según estos expertos, lo mismo pasa en algunos bloques de la Gran Pirámide de Giza, según estos, no se trata de piedra caliza, sino de “geopolímeros”.

Estos investigadores hipnotizan que las piedras de Sacsayhuaman pudieran ser artificiales. Informes de prestigiosas universidades de Centro y Sudamérica sostienen que los análisis efectuados en las “piedras de los gigantes” de Sacsayhuaman, indican que podría tratarse de piedras sintéticas o geopolímeros, fundidas a más de 1000 grados de temperatura. Esto significa que los constructores no habrían movido ninguna piedra, más bien, transportarían con calma cientos y cientos de bolsas de “ingredientes” para hacer piedras sintéticas en el lugar. Luego mezclarían todos los ingredientes, alcanzarían la temperatura de 1000 grados, y la piedra, como por arte de magia, se formaría ante sus ojos. Este proceso de hacer un “geopolímero” es absolutamente científico y factible, siempre que se tenga la tecnología y los conocimientos de química necesarios para hacerlos. ¿Quien pudo realizar esas estructuras que son prácticamente imposibles de construir para un “pueblo antiguo”? ¿Cuáles conocimientos de química poseían sus constructores? Como se explica, según estos investigadores, que, a ambos lados del Atlántico, en Perú y en el norte de África, poblaciones antiguas eran capaces de sintetizar “geopolímeros”.

Solo con nuevos trabajos de excavación e investigación, con el análisis comparativo con otros sitios megalíticos del altiplano andino (Tiwanaku y Pukara) y la exploración exhaustiva de las enigmáticas galerías subterráneas que conducen desde Sacsayhuaman a Cusco y hacia lugares desconocidos, será posible revelar el misterio de este extraordinario, mágico y fascinante lugar.

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