WATERBURY, Connecticut, (EUA).- Aspiro que algún día la República Dominicana tendrá un sistema de salud cristiano y científico, semejante al que acabo de palpar en el Saint Mary’s Hospital, que es un vasto centro de salud católico, sin fines de lucro, de enseñanza médica nacional, que presta asistencia a los pacientes de Waterbury y zonas aledañas a Connecticut desde 1909.
Al ver las cuidadosas atenciones que recibe mi cuñada Librada Moreta, aquejada de un agresivo cáncer que requiere quimioterapia e internamiento de emergencia, tengo que reconocer la alta concepción científica médica que caracteriza a los médicos, enfermeros y enfermeras del Saint Mary’s, pero sobre todo el ambiente cristiano que rodea al paciente.
El Saint Mary’s Hospital –en español Hospital de la Santa María, la madre de Jesús- no oculta su catolicidad. La imagen de Cristo crucificado cuelga en cada habitación y en los amplios cubículos de emergencia, hay una capilla abierta a pacientes y familiares presidida por el Padre Patrick, un paquistaní de inglés pausado a quien conocí mientras mi cuñada luchaba contra el estreñimiento resultante de su primera quimio. Aquí no se pregunta el credo religioso de nadie para recibir atenciones médicas al traspasar los linderos de sus pulcras instalaciones. Como mi cunada que es protestante, también se atienden de otras religiones, incluidos musulmanes, hispanos y de todas las nacionalidades, ideologías y culturas.
La misión del Saint Mary’s Hospital consiste en proporcionar un excelente cuidado al paciente en un ambiente enriquecido de espiritualidad.
Sus valores: integridad -compromiso para actuar correctamente-; cuidado médico –misericordia al intervenir en las necesidades de salud de la gente.