Salud, otra cenicienta

Salud, otra cenicienta

Millizen Uribe

La sociedad dominicana es digna de admiración por la forma valiente y decidida en que luchó para que se asignen mayores recursos a Educación y mejorar así su calidad. Justamente, ese es el espíritu que se requiere ahora para la Salud.
Y es que, sin ánimos de comparar, porque ambas áreas son importantes, una vez don Pepín Corripio, en uno de los almuerzos semanales, reflexionó que si República Dominicana destina el 4% del PIB para Educación, y las personas duran unos 15 años, más o menos, en el sistema escolar, ¿cuánto no se debe invertir entonces en Salud, considerando que esa inversión es para toda la vida?
No obstante, estamos muy lejos de ese ideal, como apuntalan datos del estudio Atención Primaria en Salud: Situación y Retos en la República Dominicana, auspiciado por la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA), entidad que agrupa a 56 organizaciones sociales.
La gran conclusión de la investigación es que no se está invirtiendo lo necesario, ni garantizando todos los derechos fundamentales y que metas importantes y estratégicas se han quedado cortas.
En relación a la inversión pública, se determinó que a nivel global, la tendencia en los últimos 20 años no alcanza siquiera el 2% del PIB, (el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es el 6%) y la proyección oficial para el período 2020-2022 es que se reduzca hasta el 1.7% del PIB.
Y si nos vamos al aspecto cualitativo el panorama no es más halagüeño. La investigación de ADESA concluye que enfoques estratégicos como la Atención Primaria en Salud está muy lejos de ser una prioridad. Esto significa que no se está garantizando, en la proporción requerida, el acceso a servicios de salud integrales, ni enfatizando la salud preventiva. Es tanto así que, a diferencia de otros países, se echan de menos campañas masivas de comunicación que promocionen estilos de vida saludables, algo posible si, por ejemplo, El estado reducen los anuncios personalistas y electoreros.
Llegamos así a las soluciones. El grupo de investigación hace varias recomendaciones. En mi caso, considero urgente una mayor inversión en salud, que debe implicar mejorar la calidad del gasto, para evitar situaciones como algunas presentadas con el 4% para Educación y que tiene a algunas personas decepcionadas, y habilitar de manera masiva los Centros de Salud del Primer Nivel de Atención, priorizando la Atención Primaria.
Pero nada de esto será posible sin la participación y movilización ciudadana. La ciudadanía debe empoderarse y asumir el tema salud, tal cual hizo con Educación. Y, aprovechando el contexto electoral, hacer un pacto político y social por el derecho a la salud en el que los firmantes se comprometan a incluir este tema en la agenda de prioridades del país. Lo demás sería buche y pluma.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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