Es más que chenchén con chivo, chacá, arroz, habichuelas, maíz, maní, el sorgo y los guandules que le han merecido la denominación de Granero del Sur. Su historia va más allá de la matanza de Palma Sola y el culto al “dios Liborio”.
Es una de las provincias más importantes no solo del Sur sino de la República Dominicana, al decir del exministro de Cultura José Rafael Lantigua.
San Juan de la Maguana, con su clima templado y agradable temperatura se convirtió en época lejana en la mayor productora de leche, queso, mantequilla que consumía la capital. Exportaba azúcar, cacao, café. Su crianza de animales era abundante. Cultivaba toda clase de frutos y explotaba minas y canteras. Cada día crecían sus industrias y comercio.
Tanta bonanza no solo atrajo hacia ella inmigrantes de España, Arabia, Puerto Rico, Antillas Mayores, Haití, sino al dictador Trujillo, que puso su atención en la comarca hasta el punto de denominar “Benefactor” a la común, en 1938, elevándola a la categoría de provincia.
Se apropió de tierras fértiles, “siendo la porción más grande que poseía la familia Trujillo en el país…”, según consignan Luis Enrique Matos de la Rosa, José Enrique Méndez Diaz y Carlos Vicente Castillo en “San Juan de la Maguana, Una introducción a su historia de cara al futuro”, una las obras premiadas y completas del pueblo.
Sin embargo, en el trujillato se construyeron el hotel Maguana, el Palacio de Justicia, un convento para religiosas, escuelas eclesiásticas, el Arco del Triunfo, el mercado, la glorieta, el puente sobre el río San Juan, el primer acueducto, el sistema eléctrico, las dos escuelas más importantes.
San Juan tiene las represas de Sabaneta, Sabana Yegua y Palomino que han impulsado la producción agrícola; el caudaloso río San Juan, y sus moradores se enorgullecen porque allí se coronaron de gloria José María Cabra Luna, José Joaquín, Gabino, Eusebio, José y Martín Puello y su tío Pedro de Castro, entre otros, en la batalla de Santomé contra tropas haitianas comandadas por Antoine Pierre.
Se recuerda con dolor el cadalso de José Joaquín y Gabino, fusilados por órdenes del presidente Pedro Santana en 1847, acusados de conspiración.
San Juan luchó contra la Ocupación Norteamericana de 1916-1924.
Pioneros y emprendedores. San Juan fue fundada el 24 de junio (día de San Juan Bautista) en 1503 o 1504.
Tuvo entre sus médicos pioneros del siglo XIX a Alejandro Cabral, Thomas Méndez, Manuel Joaquín Báez Vargas, Manuel de Jesús Lara Fernández, Danilo Augusto Ramírez Fernández, Camilo Suero Moquete, quien además de ejercer la odontología estuvo entre los fundadores, en 1965, de la Asociación para el Desarrollo de San Juan, que presidió; José Arcadio Rodríguez Susaña, Roberto Valenzuela, José del Carmen Marranzini, y muchos otros que como ellos establecieron farmacias, construyeron clínicas y hospitales.
Otros sobresalieron como consagrados maestros: Atala Cabral Ramírez, Juan Herrera, E.O. Garrido Puello, combativo director del bisemanario El Cable y Víctor Garrido Puello, diputado, miembro de la Academia de la Historia; destacados deportistas como Olmedo y Fiquito Suárez, José A. Puello Rodríguez (Teto) que además de abogado fue “excelente jugador de beisbol”, Mayín Santil, “el león de la melena roja” …
Vetilio Valenzuela Bautista, Pedro y Leónidas Heyaime, Onésimo Valenzuela, Ramón Antigua, Ramón Acosta, Arturo Ramírez fueron, además de juristas, distinguidos comerciantes y funcionarios. Valenzuela Bautista, abogado, se declaró antitrujillista durante la tiranía, al igual que dos de sus hijos, torturados en La 40.
Los sanjuaneros se distinguen por su amplia cultura. Cuentan con el Pallacio de Escuela de Bellas Artes, funcionó una extensión de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña y ahora tienen de la Universidad Central del Este, del Centro Regional Oeste, de la UASD, y del Archivo General de la Nación.
Circularon los periódicos El Cable, El eco de Santomé, El Pabellón Dominicano (Boletín de la Revolución), El Correo del Sur, Sabia joven, Ateneo sanjuanés, Santomé, Almas en flor…
La lista de sus brillantes escritores es inacabable.
La calle. El 15 de marzo de 1972 el Ayuntamiento del Distrito Nacional consideró que San Juan es uno de los conglomerados más prósperos, laboriosos y cultos del país, comunidad apegada a las virtudes y el trabajo dignificado, y designó San Juan de la Maguana la calle 38, de Este a Oeste, partiendo de la avenida Duarte hasta la calle Respaldo Nicolás de Ovando de los sectores Villas Agrícolas y “Los Arroyos”.