TEMPE, Arizona. Observando al infielder Miguel Ángel Sanó, no sería una exageración indicar que el dominicano ha llegado a los entrenamientos de los Angelinos en la mejor forma de su vida.
El quisqueyano se integró el domingo a los Entrenamientos de Primavera del club de Los Ángeles-Anaheim tras solucionar una situación de visa y afirmó que perdió 58 libras.
Sanó, quien fue convocado al Juego de Estrellas como miembro de los Mellizos en el 2017, dijo que fue importante perder peso para mantenerse en salud y sobre el terreno.
Se perdió todo el 2023 por un problema en un cartílago de la rodilla izquierda y una dolencia en la tibia, pero ahora se encuentra en salud y debutó en la Liga del Cactus el domingo, anotando una carrera en la derrota de los Angelinos contra los Rojos en el Goodyear Ballpark.
Era muy importante”, declaró Sanó. “Quería sentirme mejor y más ligero. Y eso resultará en un mejor desempeño sobre el terreno”.
Sanó fue un jugador que los Angelinos siguieron de cerca durante la temporada muerta, antes de finalmente otorgarle un contrato de Ligas Menores el 23 de enero. Sanó, de 30 años, tuvo una línea ofensiva de .225/.346/.405 con dos jonrones.