Santiago Christian School: Una fuente de sorpresa

Santiago Christian School: Una fuente de sorpresa

Un segmento de la sociedad dominicana piensa que la clase alta es insensible y ciega a las realidades sociales; dicho fenómeno es propio de nuestros países iberoamericanos, donde las luchas de clases han sido promovidas y confrontadas entre la izquierda y la derecha como verdades absolutas. Ambos grupos han creado estereotipos y las dos corrientes ideológicas -en algún momento de la historia social- han caído en extremos y hasta en exageraciones. Para decirlo más llano, han sufrido de pecado social. Volviendo a la clase pudiente, debemos recordar que la mayoría de líderes que han transformado las naciones provienen de un contexto privilegiado en el aspecto económico y educativo. Esa ha sido la experiencia cuando estudiamos la historia de aquellos que han llegado al poder, aquellos que han marcado el destino de los pueblos para bien o para mal.

Al conocer algunos estudiantes del Colegio Santiago Christian School, ubicado en la provincia de Santiago, me encontré con muchas sorpresas, estudiantes con pensamientos críticos y cargados de equidad, justicia y objetividad. Esos estudiantes me expresaron el deseo de ver una sociedad más justa. Algunos de ellos fueron más explícitos y proyectaron una visión de compromiso social y gubernamental. Ellos fueron muy puntuales y compartieron su deseo en ser parte de las desiciones y de las políticas del Estado dominicano. Varios estudiantes de dicho centro educativo me expresaron que habían leído mis artículos en el periódico Hoy. Después de un diálogo cargado de reflexiones sociales, un joven que estaba en la tertulia me comunicó que tenía más de un mes tratando de materializar sus ideas a través de un artículo, lo motivé y sentí una sensación de esperanza; ese día, entendí nuevamente que poseemos muchas reservas humanas y con carácter para transformar a la República Dominicana. Sentí que no todo está perdido. Inmediatamente le dije a ese Joven que me enviara su reflexión escrita. Espere varios días por su escrito, pensé que ya había olvidado su promesa. ¡Pero no fue así! Una noche, antes de irme a la cama, observé en mi correo electrónico un artículo con el nombre de un estudiante cargado de sueños y pasión.

Mirando el esfuerzo de ese joven, me sentí comprometido en honrarle por su esfuerzo intelectual; además, pensé que su esfuerzo y acción literaria podría servir de modelo y de motivación para todos nosotros. Realmente, esa acción nos ayuda a entender que también los jóvenes poseen un activo social. Ese comportamiento y carga social que los jóvenes poseen nos ayuda a recordar que también la clase alta desea y tiene todo el derecho de transformar las esferas sociales de nuestro bello y “rico país”. Debemos esperar que de ese grupo de estudiantes, muchos de ellos de bajo perfil, salgan presidentes, senadores, diputados, alcaldes o regidores. Ellos podrían ser la generación usada para redimir las malas prácticas, la corrupción y el exceso de poder en el Estado dominicano.

Me gustaría transcribir el correo que me envió el joven Ulises José Rodriguez Cepin, estudiante en Santiago Christian School. A continuación transcribo lo recibido sin alteración:
“Bases del Potencial Económico de Santiago: Santiago de los Caballeros sirve como la metrópoli del Cibao y contribuye al 15% del PIB nacional. Según la Cámara Dominico Suiza, el PIB per cápita de Santiago ha incrementado cerca de un 50% en los últimos 5 años. El crecimiento económico de Santiago se debe a los cuatro pilares de su desarrollo: la agricultura, las zonas francas, la medicina y bienes raíces.

Principalmente, la agricultura de Santiago se caracteriza por su tierra fértil y larga historia de cultivo, especialmente en tabaco y café. El tabaco es de suma importancia para Santiago y para todo el Cibao, por el alto volumen de exportaciones hacia países como Estados Unidos y Alemania. Al ser exportado, el tabaco y los cigarros se destacan internacionalmente por su calidad y tratamiento tradicional, lo que los hace un pilar de la agricultura en Santiago. El café de Santiago también se exporta en grandes cantidades y goza de reconocimiento mundial. En los últimos años, el turismo médico se popularizó y sigue experimentando un auge de turistas que buscan privacidad y calidad en sus tratamientos médicos. Según el ministerio de Salud Pública, solamente en el año 2023 se recibieron más de 90.000 pacientes extranjeros en Santiago, un 30% del total del país. En el momento, las inversiones en los sectores médicos han registrado un aumento exponencial; especialmente en las instalaciones e infraestructuras. El incremento de capital dirigido a estos sectores se refleja en la construcción del Residence Inn by Marriott – Homs Health and Wellness Center, una torre de 13 pisos dedicada al turismo médico que ejemplifica el crecimiento de Santiago en esta área.

El sector de bienes raíces en Santiago, igual que el turismo médico, está proyectado a recibir apoyo del gobierno en forma de obras como el monorriel, que estará operando a finales de este año. La gran demanda que ha surgido llevó a la sobre construcción de estos edificios, lo que dio lugar a un estado extraño en el mercado inmobiliario en el cual coexisten alta demanda y gran cantidad de producto. Aun con la alta producción de edificios los precios por apartamento han aumentado un 15% en el último año; demostrando el flujo y crecimiento económico dentro del sector de bienes raíces dentro de Santiago.

Las zonas francas en Santiago juegan un papel muy importante en su desarrollo porque generan muchos empleos, también promueven la industria y la producción de bienes dentro de la ciudad. Gracias a los beneficios y facilidades de las zonas francas, atraen inversiones extranjeras y domésticas que aportan a incrementar la eficiencia y producción de estas zonas. Solo en el año 2024 se exportó USD 7.97 mil millones en productos y con 198,232 empleados entre las naves; realmente un testamento al crecimiento y el potencial económico de Santiago”. Aquí termina el escrito de Ulises.

Ulises José Rodriguez Cepin es un joven que nos inspira a pensar en el potencial que posee no sólo Santiago, pero también todo el país. Debemos confiar en los jóvenes, debemos resaltar las innovaciones, y esperamos que los jóvenes entiendan que ellos pueden ser parte de un desarrollo serio y productivo. Cada joven posee una misión que debe cumplir para transformar su contexto y su país; y venir de la clase alta no debe exonerarnos de dicha gloriosa responsabilidad. Ulises, gracias por enviarme ese correo, me alegras que en tu temprana edad ya posees un sentir de potestad ciudadana y un deseo genuino e inspirador que te impulsa a construir un mejor país.

Lee más: Santiago Christian School

Más leídas