El Ministerio de Salud Pública emitió este miércoles una alerta epidemiológica por sarampión ante casos registrados en varios países americanos, aunque no se ha confirmado ningún contagio en la nación caribeña.
República Dominicana responde así a una recomendación dada en ese sentido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por eso, hoy les presentamos todas las informaciones que debes tener a mano para tratar la enfermedad.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es un virus que inicialmente causa secreción nasal, estornudos y fiebre.
Unos días más tarde, produce una erupción con manchas que comienza en la cara y se extiende por todo el cuerpo.
La mayoría de las personas se recuperan, pero en los casos más graves el sarampión puede causar discapacidad de por vida.
Incluso puede ser mortal, especialmente si causa neumonía en los pulmones o encefalitis (hinchazón en el cerebro).
No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas.
¿Cómo se transmite?
Se transmite por gotas liberadas al hablar, toser o estornudar y sus síntomas son fiebre, congestión nasal y erupciones en la piel, entre otros,
Síntomas
El sarampión es una enfermedad altamente infecciosa. Se contagia a través del contacto con gotas de fluidos que la persona enferma expulsa cuando tose y estornuda.
Sus síntomas incluyen mucosidad en la nariz, estornudos (un estado similar al de la gripe), señales de que el cuerpo está luchando contra una infección (fiebre, cansancio, dolor muscular, pérdida de apetito), ojos irritados, manchas grises en la boca y manchas rojas en la piel.
Estas últimas comienzan a aparecer cerca de la línea donde crece el cabello y luego se trasladan a la cabeza, el cuello y el resto del cuerpo.
La infección puede durar entre 7 y 10 días. Pero si bien la mayoría de la gente se recupera completamente, puede causar serias complicaciones y provocar la muerte.
«Alguna gente cree que se trata de un simple sarpullido, pero el problema es que puede ser mucho más que eso», explica Smitha Mundasad, Corresponsal de Salud de la BBC.
«Puede derivar en complicaciones serias como inflamación del cerebro, meningitis, ceguera y problemas hepáticos, solo por nombrar algunas», agrega.
Recuperación
El sarpullido del sarampión puede durar hasta siete días. El sarpullido disminuye progresivamente; primero desaparece del rostro y, por último, de los muslos y los pies. Si bien otros síntomas de la enfermedad desaparecen, la tos y el oscurecimiento o la descamación de la piel donde estaba el sarpullido pueden durar hasta 10 días.
Cuándo debes consultar con un médico
Llama al proveedor de atención médica si crees que tú o tu hijo han estado expuestos al sarampión o si tienen una erupción cutánea similar al sarampión.
Revisa los registros de vacunación de la familia con el médico, especialmente antes de que tus hijos comiencen la guardería, la escuela primaria o la universidad y antes de viajar al extranjero.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo para el sarampión, se incluyen los siguientes:
No estar vacunado. Si no te has dado la vacuna contra el sarampión, es mucho más probable que lo padezcas.
Viajar a otros países. Si viajas a países donde el sarampión es más frecuente, tienes un riesgo mayor de contraer la enfermedad.
Tener insuficiencia de vitamina A. Si tu alimentación no aporta una cantidad suficiente de vitamina A, es más probable que tengas síntomas más graves y complicaciones como consecuencia del sarampión.
Diagnóstico
Por lo general, el proveedor de atención médica puede diagnosticar sarampión a partir del sarpullido característico de la enfermedad y también por puntos pequeños blanco azulados con fondo rojo intenso (mancha de Koplik) en la cara interna de la mejilla. Es posible que el proveedor de atención médica te pregunte si tú o tu hijo han recibido las vacunas contra el sarampión, si recientemente han viajado fuera de los EE. UU. y si han tenido contacto con una persona que haya tenido un sarpullido o fiebre.
No obstante, muchos proveedores de atención médica no han visto nunca el sarampión y pueden confundirlo con muchas otras enfermedades. Si es necesario, un análisis de sangre puede confirmar si el sarpullido es sarampión. El virus del sarampión también puede confirmarse con una prueba en la que generalmente se introduce un hisopo en la garganta o se analiza una muestra de orina.
Tratamiento
No hay tratamiento específico para la infección por sarampión una vez que esta se presenta. El tratamiento consiste en tomar medidas de bienestar para aliviar los síntomas, como el descanso y tratar o prevenir las complicaciones.
No obstante, se pueden tomar algunas medidas para proteger a las personas que no son inmunes al sarampión después de que hayan estado expuestas al virus.
Medicamentos
El tratamiento para una infección por sarampión puede incluir lo siguiente:
Antifebriles. Si tú o tu hijo sienten malestar debido a la fiebre, pueden tomar medicamentos de venta libre, como acetaminofén (Tylenol, otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB, Children’s Motrin, otros) o naproxeno sódico (Aleve) para ayudar a bajar la fiebre que aparece con el sarampión. Lee atentamente las etiquetas o pregunta al proveedor de atención médica o farmacéutico sobre la dosis idónea.
Ten cuidado cuando les des aspirina a niños o adolescentes. Si bien el uso de la aspirina está aprobado en niños mayores de 3 años, los niños y adolescentes que se están recuperando de la varicela o de síntomas similares a los de la gripe nunca deben tomar aspirina.
Esto se debe a que la aspirina se ha relacionado con el síndrome de Reye, una afección poco común, pero potencialmente mortal en este grupo de niños.
Antibióticos. Si se produce una infección bacteriana, como una neumonía o una infección de oído, mientras tú o tu hijo tienen sarampión, el proveedor de atención médica podría recetar un antibiótico.
Vitamina A. Los niños con niveles bajos de vitamina A tienen más probabilidades de tener un caso más grave de sarampión. Darles vitamina A puede disminuir la gravedad de la infección por sarampión. Generalmente, se administra en una dosis alta, de 200 000 unidades internacionales (UI), a los niños mayores de un año. Puede administrarse en una dosis más baja a niños más pequeños.
¿Cómo evitar la enfermedad?
Ser inmunizado contra el sarampión elimina prácticamente el riesgo de contraer sarampión.
Pero si el sarampión destruye el sistema inmunitario de alguien, los investigadores sugieren que tal vez necesite vacunarse nuevamente.
«La revacunación contra la poliomielitis puede no parecer importante en Reino Unido o Estados Unidos, pero en Afganistán (uno de los pocos lugares donde la enfermedad aún es endémica) es posible que quieran vacunarse nuevamente», dijo el doctor Mina.
«Es doblemente importante asegurarse de que usted y sus hijos estén vacunados contra el sarampión», dijo, por otro lado, el profesor Arne Akbar, presidente de la Sociedad Británica de Inmunología.
(Con información de la BBC Mundo e Infobae)