PARIS, (AFP) – Mítines multitudinarios, debates y múltiples declaraciones en televisión: Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal pisan el acelerador a siete días de la segunda ronda de las presidenciales en Francia y calientan motores para su gran duelo en televisión del miércoles.
El domingo, el candidato de la derecha celebró un multitudinario mitin en París en el que prometió ser el presidente de todo el pueblo francés, criticó sin reservas a la izquierda y pidió el voto de todos aquellos que se reconocen en su proyecto. Quiero dirigirme a los electores del centro, cuyos valores se parecen tanto a los míos. Quiero decirles que sus ideas tienen un lugar en la mayoría presidencial que quiero construir y en torno a la cual quiero unir a los franceses, declaró Sarkozy. Tanto él como Royal necesitan el apoyo del electorado de centro para proclamarse vencedores el próximo domingo. Con más del 18% de los votos, es decir casi siete millones de sufragios, el líder centrista Francois Bayrou se ha convertido en el inesperado árbitro de la segunda vuelta.
Aunque decidió no apoyar ni a uno ni a otro, Bayrou celebró un debate con Royal el sábado y dio a entender que no votará a Sarkozy porque agravaría la crisis de la democracia.
Nos quedan ocho días para hacer este sueño realidad, ocho días para levantarnos y crear esperanza, para lograr una unión inmensa, para construir el país más próspero del mundo, clamó Sarkozy el domingo ante 40.000 personas.
Según los sondeos, Sarkozy conseguirá un 5% más de votos que Royal el próximo domingo, pero el debate en televisión que ambos protagonizarán el miércoles será clave para aclarar las dudas de millones de indecisos.