Luego de la desaceleración que tuvo lugar entre 2005 y 2010, relacionada con la crisis económica mundial, Santo Domingo se ha convertido en una de las capitales con mayor crecimiento de América Latina y el Caribe, afirma el estudio de urbanización y desarrollo territorial de la República Dominicana “Habilitar el camino para el desarrollo de ciudades y territorios prósperos”, elaborado por personal del Banco Mundial, con financiamiento de la Unión Europea.
Entre 2005 y 2010 la ciudad experimentó una reducción notable de la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) per cápita, que pasó de un 7,9% en 2006 a un 1,1% en 2009. Sin embargo, en los años siguientes y hasta 2015 —el último año respecto del cual se dispone de datos—, la economía de Santo Domingo creció a tasas elevadas.
Entre 2010 y 2015 el PIB per cápita creció a un promedio de un 4,4% y se colocó así en el tercer puesto entre las capitales con mayor crecimiento de América Latina y el Caribe durante el mismo período, solo detrás de Panamá (7,1%) y Lima (4,6%). A diferencia de estas dos capitales, que han presentado un crecimiento errático en los últimos años, Santo Domingo mantuvo un crecimiento continuo.
Además, en términos reales, el PIB per cápita de la capital dominicana se encuentra por encima del promedio de las capitales de Centroamérica, aunque San José y Panamá presentan un PIB per cápita más elevado.
El crecimiento económico de Santo Domingo responde a una mayor productividad laboral, mientras que el crecimiento del empleo ha sido mínimo.
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Esto no es bueno porque el crecimiento económico dinámico requiere tanto de un crecimiento sostenido de la productividad como de la creación continua de puestos de trabajo.
Al realizarse un ejercicio que vincula el crecimiento per cápita agregado con la creación de puestos de trabajo, la producción por trabajador y la estructura poblacional (el porcentaje de población en edad laboral), se observa que en Santo Domingo el crecimiento no fue equilibrado entre 2005 y 2015 y que respondió a la productividad laboral, sin la correspondiente creación de empleo.
De un crecimiento promedio del valor añadido bruto per cápita anual de un 4,48% en el período mencionado, la contribución anual de la productividad laboral al crecimiento fue del 3,47% (un 77% del total), mientras que los nuevos puestos de trabajo solo aportaron un 0,55% (un 12% del total). El 0,46% restante (un 10% del total) responde a cambios de la población en edad laboral.
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Aunque las dos ciudades más grandes e importantes del país a nivel económico, Santo Domingo y Santiago, parecen tener un desempeño inferior al esperado en comparación con ciudades del mismo tamaño del mundo y de América Latina y el Caribe.
El PIB per cápita de Santo Domingo en 2015 fue de 12.068 dólares. Si bien fue más alto se situaba por debajo del PIB per cápita de las ciudades punteras, como Panamá y San José, y por detrás del promedio correspondiente a las capitales de América del Sur.
Las ciudades secundarias parecen tener un desempeño superior a la tendencia mundial dado su tamaño, aunque la mayoría permanece por debajo de la tendencia de América Latina y el Caribe. Las ciudades secundarias del país tienen una productividad urbana ligeramente superior a lo esperado para su tamaño de población.