Caracas.- El diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, que hasta hace poco parecía un horizonte muy lejano, llamó este jueves a la puerta y abrió un resquicio de posibilidad gracias a la mediación de Noruega, que ha conseguido que las dos partes viajen a Oslo para intentar encontrar un camino de entendimiento.
Pese a que el rumor había ido creciendo en los últimos días, tomó forma oficial cuando uno de los implicados, el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, lo anunció por sorpresa en medio de una reunión con gremios. “Sí, hay unos enviados a Noruega (…) Ahora, también lo he dicho hasta el cansancio, que no nos vamos a prestar a negociación falsa que no dirija a tres cosas- cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”, aseveró.
El anuncio tomó a contrapié a los asistentes que escuchaban con atención las palabras de Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, con un discurso que se ha ido convirtiendo en repetitivo y que presagiaba ese anuncio.
El principal rostro opositor no explicó cuales son los fundamentos de esos contactos con el Gobierno de Maduro, aunque de sus palabras se presume que se encuentran en su fase inicial. A primera hora de la mañana, la televisión pública noruega NRK había adelantado que los contactos entre las dos partes se iniciaron en Cuba y se han mantenido varias reuniones en un lugar secreto en Oslo, con la mediación del Ministerio de Asuntos Exteriores noruego, que ha declinado hacer comentarios.
La delegación del Gobierno la forman el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, mientras que por la oposición están el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González; el exdiputado Gerardo Blyde y el exministro Fernando Martínez Mottola, según ese medio. Los nombres de la oposición fueron mencionados por Guaidó, si bien desde el Gobierno venezolano no se ha hecho ninguna declaración oficial.
Tanto el ministro Rodríguez como el gobernador Rodríguez han evitado hacer declaraciones al respecto, aunque publicaron un críptico mensaje que en Twitter. “No hay camino para la paz, La Paz es el camino” M. Ghandi. ¡Por eso, siempre apostaremos al diálogo!”, escribieron ambos de forma casi simultánea. Guaidó fue también el encargado de limar las expectativas nada más terminar el acto al asegurar a periodistas que “no hay ningún tipo de negociación”, sino la respuesta a la llamada de Noruega en su “esfuerzo” por “una mediación que tiene meses».
Para el opositor, la iniciativa de Noruega “viene a abonar en el proceso” de buscar una salida a la crisis y parte de un “país que quiere colaborar». Pese a su afirmación, la mediación de Noruega no es menor y precisamente su intervención ha tenido un rol creciente para solventar conflictos enquistados como el de la ya desmovilizada guerrilla de las FARC en Colombia.
Las referencias a Cuba terminaron cuando, al ser preguntado acerca del papel que juega la isla, Guaidó respondió que su único rol “es de la interferencia” y “la invasión irregular” de territorio venezolano, una denuncia que ha repetido en varias ocasiones.
En este sentido, explicó que la mediación nórdica es similar a la que han hecho otros países como España, Canadá o el Grupo Internacional de Contacto (GIC), formado por países de América Latina y la Unión Europea (UE). De hecho, deslizó de nuevo una amenaza velada al decir que este mismo jueves se reunirá en privado con el GIC pero que el próximo lunes su representante en EE.UU., Carlos Vecchio, se reunirá con el Comando Sur.
En esa reunión, según anunciaron, conversarán sobre la cooperación militar destinada a “aliviar” el sufrimiento del pueblo venezolano y “restablecer” la democracia.
La mejor prueba de que las posiciones siguen alejadas y la fuerza sobre la mesa es que el comisario Iván Simonovis, preso desde 2004 y considerado como preso político por la oposición, fue liberado de su arresto domiciliario tras haber recibido un indulto suyo como el que le dio al opositor Leopoldo López el pasado 30 de abril.
Ese día, Guaidó, ejerciendo las funciones que considera propias como presidente interino, concedió el perdón jurídico a López con quien lideró un fallido y efímero levantamiento militar.
Entre septiembre de 2017 y enero de 2018, gobierno y oposición se sentaron a la mesa de diálogos en República Dominicana, si bien las conversaciones no fructificaron y el oficialismo terminó convocando unas elecciones a las que compareció casi en solitario y que no han sido reconocidas por buena parte de la comunidad internacional.