Se avecina el día. Algún equipo va a ponchar a 21 bateadores de Grandes Ligas en un juego de nueve innings. Sería fantástico si lo hiciera un solo pitcher, pero eso es más complicado. Ya les explicaremos. Pero el punto es el mismo: El juego de 21 abanicados viene por ahí.
Sólo es cuestión de tiempo.
Si usted es de esos a los que les gusta la historia del béisbol, probablemente puede nombrar a los cuatro pitchers que han ponchado a 20 bateadores en un juego. Max Scherzer fue el último en hacerlo, en el 2016, y antes de eso lo lograron Randy Johnson en el 2001, Kerry Wood en 1998 y Roger Clemens en un par de oportunidades.
Además de esas espectaculares actuaciones individuales, los Medias Rojas poncharon a 20 Rangers en mayo del año pasado. Necesitaron de cinco lanzadores para hacerlo, pero 20 ponches son 20 ponches. Sigue siendo un récord.
Bueno, esa marca no puede durar mucho tiempo más. Miren lo que está pasando en el béisbol de hoy día: Vivimos en la época del ponche. En este preciso momento, los equipos están guillotinando 8.7 bateadores por juego. El año pasado, para esta misma fecha, el ritmo era de 8.3. Y en el 2016 era de 8, bien por encima del récord de 7.7 del 2015. La marca de ponches por temporada se ha roto 10 veces en los últimos 10 años. Sin duda, se trata de una tendencia.
En esta época en la que todo el mundo le está prestando más y más atención a la cuenta de pitcheos, esto es algo esencial. Denle un vistazo a la cantidad de envíos en cada uno de los duelos de 20 guillotinas:
Clemens, 1986: 138 lanzamientos
Clemens, 1996: 151 lanzamientos
Wood, 1998: 122 lanzamientos
Johnson, 2001: 124 lanzamientos
Scherzer, 2016: 119 lanzamientos
Al observar la cantidad de envíos, queda claro que los primeros dos juegos de Clemens no hubiesen podido pasar en esta época, ni siquiera para un caballo testarudo como Clemens, el tipo de pitcher al que había que arrancarle la bola de las manos. Y ni siquiera estoy seguro de que el de Johnson, de 124 pitcheos, pudiese darse ahora.
Este año, hasta ahora, los abridores están promediando 8.3 ponches por cada nueve juegos, una cifra inimaginable hace poco tiempo. Pero el promedio de los relevistas es de 9.1 K por nueve actos. Hasta la jornada del miércoles, en 113 ocasiones distintas un relevista había lanzado un inning y ponchado a tres. Si un abridor puede entregarle el juego al bullpen con 15 ponches y dos innings por juego, existiría una posibilidad real de llegar a 21.
Y es probable que termine sucediendo así. Muy pronto.