Se agudiza la crisis del petróleo

Se agudiza la crisis del petróleo

Arturo Martínez Moya

Contrario a lo que se cree y repite en los medios locales nunca hemos importado el petróleo intermedio de Texas (WTI), por razones técnicas y económicas Refidomsa no lo refina, lo usamos como referencia para fijar los precios internos porque se cotiza en la Bolsa de Nueva York.

Su precio se disparó a 115.68 dólares el pasado viernes, un récord desde 2008, en lo que va de año acumula un aumento de 48%. Comenzó a encarecerse con el mayor consumo para salir de la crisis económica que dejo el coronavirus, acelero con las sanciones económicas y financieras a Rusia, aunque Estados Unidos y la Comunidad Europea se pusieron de acuerdo para no tocar el petróleo ni el gas ruso, y por la decisión de la OPEP+Rusia de la semana pasada, que controla más del 40% de la producción mundial, de beneficiarse con los altos precios al negarse a bombear más de los 400,000 barriles mensuales a que se comprometió meses antes, cuota que no ha cumplido, como mucho ha aportado 200,000 barriles.

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La pronunciada alza del petróleo ha desestabilizado los precios de alimentos y todos los demás productos, marcando récord la inflación mundial, en la eurozona salto en febrero hasta 5.8% respecto al mismo mes del año anterior, la más alta en la historia del bloque, y en Estados Unidos alcanzo 7.5% en enero, superando cualquier otro dato en cuatro décadas.

En República Dominicana subió 1.18% en enero frente al mes anterior, sumando 0.23% a la tasa interanual hasta 8.73% por subidas generalizadas de los componentes, de manera destacada vivienda (3.45%), alimentos y bebidas no alcohólicas (1.17%) y transporte (0.88%), en conjunto aportaron 75% del aumento general. Los subsidios del gobierno evitaron fuera mayor la inflación, no traspaso al consumidor de gasolinas, gasoil y glp la totalidad de los cambios de precios del crudo y derivados importados.

Debemos tener claro que la invasión de Putin no tiene vuelta atrás, por lo menos este año el petróleo seguirá caro, y en el mercado local se mantendrá la presión sobre el precio de los derivados y la inflación general.

Con fuertes implicaciones para nuestro sector externo, puede apreciarse con el brutal abultamiento de la factura petrolera, comparo con 2019 cuando las importaciones petroleras sumaron US$3,557.8 millones, se consumió 69.3 millones de barriles de petróleo y derivados y pagamos un precio medio de 51.33 dólares el barril.

Si este año importamos y consumimos un volumen similar pero pagamos un precio medio superior, imaginemos 75 dólares, la factura petrolera aumentaría adicionalmente US$1,640 millones ((75.00 – 51.33) x 69.3 millones de barriles), en US$1,987 millones si el precio es 80 dólares y US$2,680 millones si sube a 90 dólares.

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Es decir, exagerada será la perdida de divisas, la buena noticia es que la economía no tendrá problemas para financiarla, se mantienen ascendentes las exportaciones, inversión extranjera y remesas, con nivel histórico de reservas internacionales, actualmente alrededor de US$14,800 millones, equivalentes a 14.9% del PIB y a 7.2 meses de importaciones.

Si para nuestra economía el 2021 fue de recuperación de la crisis de 2020, cuando se perdieron seis puntos porcentuales siete décimas de PIB y seis por ciento de los puestos de trabajo (la cantidad de 273,393), el 2022 será recordado como el de la mayor crisis petrolera.

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