Roberto Cassá relata que como el 1J4 penetró las filas del régimen e integró altos funcionarios del Gobierno y sus hijos
Se cumplen 63 años del “Complot Develado”, en el que por medio del Movimiento Clandestino 14 de Junio (1J4), en un hecho sin precedentes, cerca de 10 mil ciudadanos se hicieron sentir en todas las provincias del país, en un intento por derrocar al Gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Para la fecha, Trujillo tenía 30 años oprimiendo al pueblo dominicano.
El historiador, sociólogo y educador, Roberto Cassá, reconoce a Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), presidente del 14 de Junio, que había sido creado el 10 de enero de 1960, como la figura más emblemática de esta lucha junto a su esposa, Minerva Mirabal.
Fue una acción inaudita, en sólo seis meses se articuló el movimiento en todo el país. Cassá, director del Archivo General de la Nación (AGN), destaca que en su estructuración, el movimiento no fue descubierto por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que servía al tirano y que se dedicaba a aniquilar a sus adversarios. Afirma que al momento de integrarse el 1J4, “se reflejaba el ocaso de la tiranía, no solo por el número de personas, sino, porque prácticamente se extendió por todo el país en grupos y en células”.
Resalta que el 1J4 abarcaba los diversos sectores sociales y pese a que lo constituía una clase medio-urbana, agrupó a trabajadores, personas pobres y urbanas, y hasta campesinos. El movimiento se manifestó a tal grado, indica que el régimen se cegó en la represión selectiva, y en la reducción criminal, haciendo caer su furia en las personas humildes. Asesinó alrededor de 70 personas, con alrededor de 400 detenciones. Recordó que perdieron la vida dominicanos como el doctor Manuel Tejada Florentino y el seminarista Luis Ramón González Peña (Papilin).
Se dividió la Iglesia católica
En la decadencia de la dictadura, El Vaticano se opuso a Trujillo y una parte del clero lo apoyó. Cassá cree que los catorcistas dieron una respuesta a Trujillo por el asesinato de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, el 14 y 20 de junio de 1959. En enero de 1960 también desafiaron al tirano Los Panfleteros de Santiago, jóvenes humildes que distribuían volantes en su contra. Fueron asesinados.