Durante las festividades se incrementa el número de pacientes que acuden a urgencias por síntomas como diarreas, náuseas, vómitos, sensación de malestar general de poco tiempo de evolución y en algunos casos fiebre. En estos casos, la complicación principal será la deshidratación y por esto el pilar del tratamiento lo lleva la reposición de líquidos, asegura la doctora Thamy Beltré, neurogastroenteróloga.
“Se han ido propagando medidas para contrarrestar este cuadro que muy en contra de resolver, empeoran la condición, teniendo como principal flagelo a costumbres populares. “Tómate esto, a mí me fue bien” es solo una de las frases que se han popularizado.
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“Confía en mí, he sanado a muchos”, es otra frase popular, pero más que confiar en recomendaciones confusas, se debe confiar en la evidencia científica que demuestra que la proporción de pacientes con buenos resultados se debe a que la mayoría de los microorganismos que provocan enfermedad diarreica o gastroenteritis tiene un cuadro autolimitado. Esto quiere decir que un paciente previamente sano y con buenas defensas, cura solo con medidas de sostén y sin la ayuda de antibióticos.
Existen en el mercado fármacos con el objetivo de eliminar la diarrea, pero indicados en casos puntuales y todos son manejados por un médico facultativo. Su acción es detener el movimiento intestinal y nada más, asegura Beltré. Con causa infecciosa, esos gérmenes se multiplican.