«Cuando tocas música, descubres una parte de ti, que no sabías que existía «
Bill Evans.1929-1980.
DAR TODA LA FE POR BILL EVANS / A
Que nadie se apiade de Bill Evans, nadie, pero nadie.
Doy fe, por el invento astral e inconfesable de su música, que se puede confiar en este hombre, que ocultaba en el lado gentleman, las grandes tentaciones del Harlem más salvaje que se pudiera pensar.
Detrás de esa postura, hay una larga pena y una estrecha soledad Que nadie se apiade de Bill Evans, nadie, pero nadie.
El y solo él eligió ese laberinto, nadie más. Consideró su propia causa espiritual secreta, clandestina en todo caso, entendió que a eso había venido a este mundo, sin embargo, como una de sus mejores ofrendas habría quedado sonreír con el corazón ( Smile with your Heart), el título es una clave de seguimiento del personaje.
Lo hace fácil, porque sus criterios de la música y el público nunca fueron complicados, por eso habrá que respetarle, aún sin vida, aquella postura, que nos regaló aquella música arrancada al piano en cada acto de confesión, sacrificio enjuto para buscar en el fondo de él lo mejor para todos nosotros, entre hombres y mujeres que lo supieron descubrir en vida sus proposiciones insignes, su mesura declarativa con un piano convertido en cosmos y túneles buceadores de espíritu, para usar la frase de T. W Adorno en el mejor de los sentidos.
Si doy fe, se puede confiar en él, pero todo su ritual para tocar también nos pide a nosotros, que abramos todas esas extrañas compuertas del alma, que muchas veces ni conocemos, entonces él se hará más que confiable, acompañante íntimo, entonces solo entonces, te ayudará con sus claves de Dios de sonidos, que encorvado hace un olimpo en el paladar de tus oídos.
PRODIGIOSO ZURDO DE ANGUSTIAS. PIANO DULCE DE LARGAS CONFESIONES / B
Quiero evitar el sensacionalismo de sus biógrafos, esos que a veces no saben medir el pudor íntimo ante el cadáver, para vender historias que ya nadie podrá comprobar, pero libros venderán, los leo y los evito al mismo tiempo: tengo un solo objetivo: recordar bien la noche de la Salle Pleyel, noche lluviosa en París y dentro Bill Evans acariciaba como un niño huérfano las nubes blancas de un piano a sus pies, de un piano a su pecho, de un piano a sus ojos, de un piano a sus cabellos.
Todo el cuerpo vibraba y eso en el mejor de los silencios, mientras la lluvia menuda y media fría regalaba una fría balada gris que respetaba a Bill Evans su piano dócil y suave como el tercio pelo tranquilo, brilloso en su color verde opaco, zurdo y seguro estaba a Bill Evans haciendo metáforas sonoras, construyendo en la poética de su piano los más tiernos poemas, con trasfondo de técnica exquisita, le guiaba ese instinto de su frase sobre el cosmos y la inteligencia musical inalienable de cada uno de nosotros…
Quedan las incógnitas de siempre, que no es posible despejar y que duelen, que nos hacen pensar en cada vez que entramos a la extraña catedral de su música, de otro modo no se puede decir.
¿ ?Para qué inventa un jazzista su propia tragedia, su paredón moral por los siglos de los siglos, para qué, ¿para qué?
DE TERENCIO A BILL EVANS, NADA HA SIDO TAN HUMANO / C
El secreto de una relación fraternal con su hermano Harry Evans, nos podría proporcionar detalles claves de sus estados emocionales, y luego de una carrera de grandes éxitos, el tímido que apenas podía saludar, retraído en el camino que había iniciado hacia la muerte, Harry le había precedido y el eterno dialogo se había terminado.
(Vale decir que, en 1958, Miles Davis lo hace suyo para Kind Of Blue y de ahí al famoso trío fundado en 1959 con el encantador LaFaro – Scout -, la historia esencial casi estaba escrita)
El pensador de la vieja Cartago, hoy Túnez, había dicho alguna vez que: » Nada humano le era ajeno «… (Orlando Martínez lo tenía de epígrafe en su columna diaria en el nacional), esta digresión podría sorprender: No hay otro modo de definir la música de Bill Evans: estuvo cargada de todo lo humano que un ser sensible podría concebir…
Y obviamente, el jazz-pecado de olvidar el álbum de 1961, Waltz For Debby, no pienso cometerlo porque entre este álbum grabado el 25 de junio del 1961 y la fecha del 6 de julio del mismo año ( LaFaro, desaparición en accidente, brillante bajista) completa la conexión con el tema de Harry Evans.
Dos hechos claves en la construcción de su música y sus largos periodos de lejanía y soledad. Aquella grabación del 25 de junio, fue la última de LaFaro, su gran cómplice.
Lo juro, doy fe que un músico que tome un piano como confesionario, si es Bill Evans, siempre, pero siempre será confiable, porque se rompe el alma sobre las teclas, buscando a los seres que alguna vez le dieron voz y aliento,
doy fe por Bill Evans. (CFE)
En síntesis.
JAZZ CONTRA LA PANDEMIA STORY…
En la Quinta Dominica el pasado 25 de febrero,
se presentó el Documental sobre la vida de Bill Evans titulado
TIME REMEMBERED. Dirigido por Bruce Spiegel.
Debate interesante y publico a la distancia debida y limitado.
Hasta el momento el programa Jazz Contra La Pandemia
colaboración de Jazzomania-radio y Quinta Dominica, ha presentado
la vida de los siguientes músicos: Charlie Parker, Chet Baker y Bill Evans.
Evans nació en Plainfield Nueva Jersey.
A los amantes de Chic Corea, el texto es fuerte y resuma bellas nostalgias, lo rumeo… (CFE)