Los miles de migrantes haitianos a ambos lados de la frontera entre México y Texas se veían cada vez con menos opciones, mientras el gobierno de Estados Unidos preparaba seis vuelos el martes para expulsarlos a Haití y México empezó a llevarse a algunos de la frontera en autobuses.
Más de 6.000 haitianos y otros migrantes han sido desalojados del campamento en Del Rio, Texas, según dijeron las autoridades estadounidenses el lunes, que defendieron una contundente operación que incluyó la expulsión inmediata de migrantes a su empobrecido país caribeño. Las autoridades estadounidenses fueron criticadas por utilizar patrullas a caballo para impedir que la gente entrara en la localidad texana.
Eso bastó para que algunos migrantes haitianos regresaran a México, mientras que otros trataban de decidir a qué lado de la frontera probar suerte. Marie Pierre, de 43 años, estaba al anochecer en el lado mexicano del río con cientos de migrantes que dudaban sobre qué hacer. Los agentes de la Patrulla Fronteriza la habían separado de su hijo de 19 años en Texas, señaló, y no sabía si le habían deportado. Esperaba una oportunidad de cargar su celular, confiando en recibir noticias de su hermana y su primo en Florida.
“Me dijeron que era un adulto y no podía quedarse con nosotros”, dijo del momento en el que se habían separado. Tras describir la situación como “complicada y desgarradora”, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, emitió una clara advertencia el lunes: ”Si vienes a Estados Unidos de forma ilegal, serás expulsado. Tu viaje no tendrá éxito, y pondrás en riesgo tu vida y la de tu familia”.
Funcionarios de la Comisión Nacional mexicana de Derechos Humanos caminaban entre los migrantes para localizar a los interesados en solicitar asilo en México. En lo que va de año, más de 19.000 haitianos han decidido hacerlo, incluidos algunos ahora en la frontera. Al mismo tiempo, las autoridades mexicanas detenían a algunos migrantes. Los primeros autobuses llenos salieron el domingo, y el lunes llegaron más autobuses vacíos.
Algunos trabajadores humanitarios dijeron el lunes que habían visto a agentes de la Guardia Nacional mexicana ayudando a agentes de inmigración a detener un grupo de 15 a 20 migrantes en Acuña.
La agencia mexicana de inmigración no respondió de inmediato a una petición de comentarios de Associated Press, pero un funcionario federal dijo el domingo a AP que el plan era llevar a los migrantes hacia Monterrey, en el norte del país, y hacia Tapachula, cerca de la frontera sur de México, y de allí trasladarlos vía aérea hacia Haití en los próximos días.