Al analizar los resultados en la educación preuniversitaria luego de nueve años consecutivos de la inversión del 4% del PIB, el destacado educador Miguel J. Escala plantea como necesario la mejora de los programas de formación docente, alejar la política del quehacer de la escuela y replicar las buenas prácticas pedagógicas que han tenido algunos centros con impacto positivo en los aprendizajes.

Afirma que la conquista del 4% del PIB para la educación preuniversitaria representó el triunfo de uno de los movimientos sociales más significativos de República Dominicana en los últimos cincuenta años.

Y con ella se pensó que era posible lograr las aspiraciones de lograr una educación de calidad para todos.

Apunta que para esto era importante identificar a partir los factores que contribuirían al logro de las aspiraciones convertidas en compromiso.

No obstante, se priorizó la construcción de escuelas, no así a otros factores como la elaboración de libros de texto que acompañaran el trabajo de los maestros y que sirvieran de puente entre el currículo y la labor del aula.

Mejorar la calidad educativa

Escala reconoce que aunque era necesaria la renovación de los planteles educativos, no se le dio importancia suficiente a algunos factores que inciden en la mejora de la calidad educativa.

“Con el 4% se invirtió sí en extender las horas que los alumnos pasaban en la escuela, algo reclamado por la sociedad, y en proveer alimentos a los alumnos para asegurar una ingesta nutritiva y fortalecer un incentivo para permanecer en la escuela. Dos factores importantes, pero incompletos si no van acompañados de otros factores más esenciales”.

En cuanto a los resultados de los aprendizajes luego de aumentar la inversión, considera que no necesariamente son tan “malos” en todos los centros educativos públicos y existen escuela con buenos resultados, las cuales pueden servir para identificar factores que funcionan en la realidad local.

Además explica que las pruebas estandarizadas internacionales, a las cuales han ido estudiantes dominicanos sin la debida preparación, ya que siempre es recomendable tomar pruebas similares antes de presentarse a tomarlas. Aún así dice ha habido estudiantes y centros con resultados que no se pueden catalogar de “malos”.

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Formación docente

En cuando a la formación docente Escala, exrector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) expone que tanto la inicial como la continua son factores importantes para lograr resultados de aprendizaje que plantea el currículo, por lo que es importante que ambas sean analizadas como componente de la carrera docente.

“Una carrera docente bien concebida y mejor aplicada es una garantía para garantizar docentes motivados, conocedores, con las competencias necesarias y dedicados con intencionalidad a mediar los aprendizajes de sus estudiantes para que dominen lo propuesto en el currículo”, indica.

Considera que en la formación docente ha habido avances, pero se mantiene la aspiración a mejores resultados. Subraya que se ha logrado un proceso de formación inicial con requisitos de admisión, nuevo currículo, aumento de horas dedicados a la práctica docente con resultados positivos.

Sin embargo, no todos los programas se rigen por esas prácticas.

En cuanto a la formación continua, destaca el Ministerio de Educación ha apoyado el trabajo de varias universidades para trabajar con los docentes, participando miles de ellos en esas experiencias que incluían trabajar en el plan de mejora de los centros involucrados, a la vez que ilusionar a los docentes para mejorar su trabajo mediador de los aprendizajes.

“Aunque es necesario continuar y fortalecer esas iniciativas, hay que estar conscientes de que eso requiere su tiempo para afectar positivamente los resultados que hoy nos preocupan (y que insistimos que no podemos generalizar) y la creación de condiciones en cada centro educativo para que lo sembrado se pueda cosechar”, señala.

Escala entiende que para eso es necesario dejar el partidismo como influencia en la distorsión de los diferentes momentos de la carrera docente (selección, integración al sistema y promoción). “Nunca será suficiente decir que la política no debe inmiscuirse en el quehacer de la escuela”, advierte.

Aprender de la práctica

En relación hacia dónde debe reorientarse el sistema, Escala aconseja buscar las soluciones con los propios docentes e en insistir en la formación de aquellos que acompañan y supervisan su trabajo, es decir, directores, coordinadores pedagógicos y técnicos distritales, ya que ellos son los llamados a cuidar el sembradío y a abonarlo.

Igual propone desarrollar los diferentes momentos de la carrera docente y asegurar que los aprendizajes se logren por la mediación de los maestros. “Decidir quién acompañe a los docentes, desde luego, no puede ser el resultado de un acto partidista o de amiguismo”.

Agrega que esos docentes “motivados, conocedores, con las competencias necesarias y dedicados con intencionalidad” deben insertarse en comunidades reflexivas de práctica que con el repensar continuo de lo que han hecho y logrado, encuentren colectivamente las nuevas respuestas a lo que falta por lograr.

“No es un tema de estar de moda en educación, es un tema de aprender de lo que hacemos y de implementar prácticas que han resultado eficaces en el trabajo con los alumnos. Es en ese diálogo generador propiciado por los acompañantes de los docentes que pueden surgir las mejores soluciones y sugerencias”, manifiesta Escala.