Alex Morales
Seis meses después de que el Reino Unido votara a favor de abandonar la Unión Europea, todo indica que se producirá un Brexit “duro”, según un informe de 12 expertos e investigadores políticos.
La decisión por sorpresa ha unido a los restantes 27 miembros de la UE hasta un punto que rara vez se ha visto, y ha puesto en evidencia lo dividido que está el país, según ha dicho Changing Europe, un programa de investigación financiado por la UE y con sede en el King’s College de Londres, en un informe publicado el viernes. El Brexit ha llevado a una reorganización del Gobierno y ha dejado en un completo desorden al Partido Laborista en la oposición, según opinan investigadores de nueve universidades y del Instituto Nacional de Investigaciones Sociales y Económicas.
Los británicos están “un poco más cerca de saber qué significa en realidad el Brexit”, explica Anand Menon, profesor de política europea en King’s College. Esto ha dejado a los medios de comunicación, políticos y empresas preguntándose si el Reino Unido se encamina hacia un Brexit suave, que mantenga fuertes lazos de comercio, o hacia uno duro, que significaría que el país abandonase el mercado único y volviese a un sistema de aranceles.
“Me apostaría la hipoteca por el duro”, ha revelado Menon a los medios en Londres, citando factores que incluyen el intento por parte de la primera ministra, Theresa May, de acomodarse a los dictados de la facción más derechista del Partido Conservador y la falta de flexibilidad por parte del resto de la UE. “Si combinamos eso con los niveles de rencor que creo que podemos esperar que surjan de las negociaciones del artículo 50, por no mencionar las negociaciones sobre el comercio, mi imaginación se queda corta a la hora de ver un camino que lleve desde nuestra posición actual hacia un Brexit suave”.
May necesita alcanzar dos acuerdos principales; uno sobre los términos del divorcio y otro que atienda a la nueva relación entre Reino Unido y la Unión Europea. Aunque Reino Unido quiere trabajar en ambos simultáneamente, Michel Barnier, el jefe negociador de la UE, está a favor de la postura tradicional europea de negociar los tratados paso a paso.
Jugando duro. “Si hubiese buena voluntad por ambas partes, las dos partes de la negociación (el divorcio y la relación en el futuro) podrían hacerse de modo paralelo”, ha explicado Catherine Barnard, profesora de derecho europeo en la Universidad de Cambridge. “Ahora mismo, la Unión Europea está jugando duro, y dice que ni siquiera van a comenzar a negociar ningún acuerdo futuro hasta que Reino Unido se convierta en un tercer estado”.
Esto significa que Reino Unido se enfrenta a un “abismo” entre el momento del divorcio, seguramente en abril de 2019, y la entrada en vigor de un nuevo acuerdo; un espacio que deberá ser llenado por acuerdos de transición, explica Barnard.