A 23 días de las elecciones presidenciales y congresuales del próximo 19 de mayo, la estrategia del bloque opositor “Rescate RD”, se ha basado en la búsqueda de una segunda vuelta electoral, para desde allí, dar casa al Luis Abinader, gobernante que busca continuar en el poder, por cuatro años más.
Pero desde el oficialismo la visión es diferente y su enfoque parecería estar centrado en “cuantos puntos porcentuales de diferencia” sacaran, aferrándose a ambiciones tan elevadas, como la aniquilar a sus adversarios con más de un 60% y hasta 70%, cifra esta última, que jamás se ha producido en proceso electoral alguno.
Sin embargo, en la historia republicana, solo una vez se ha producido un balotaje, específicamente en un contexto totalmente diferente al actual, con una crisis política que mantenía dos fuertes líderes en polos opuestos y bajo la instauración de un nuevo sistema electoral.
En esa ocasión, un novel Leonel Fernández y su Partido de la Liberación Dominicana PLD), obtuvieron un segundo lugar, detrás del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el “líder de masas” José Francisco Peña Gómez, férreo contrincante del otrora gobernante Joaquín Balaguer, clave en la segunda vuelta de aquellos comicios.
En las votaciones del 16 de mayo, Peña Gómez se alzó con el 45.94 %, frente a un 38.93 % de Leonel, pero como ninguno obtuvo el “50 más uno”, instaurado precisamente para esa contienda y en la que el candidato oficialista Jacinto Peynado, solo obtuvo 14.99 % de los sufragios.
La división existente en tres partidos mayoritarios y que provocó luego una reversión en favor del PLD, es justo a lo que apuesta la oposición en la actualidad, ya que en un sistema bipartidista, alcanzar el “50+1” resulta más fácil que con varias opciones reales, eso, quitando a las otras seis candidaturas de partidos emergentes, que también se terciarán en mayo próximo.
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La fórmula parece sencilla, disgregar el voto entre los candidatos de la Leonel Fernández (FP); Abel Martínez (PLD) y Miguel Vargas (PRD), para que le sea más difícil alcanzar la mayoría al candidato oficialista, una estrategia más compleja de lo que aparenta y con el ojo puesto en junio, para un balotaje.
Pero para politólogos, esto dependerá de múltiples factores, ya que, por un lado, algunos creen que el escenario de oposición fragmentada, deja pocas posibilidades para que la alianza surja su efecto, mientras que por el otro, hay quienes entienden que el oficialismo ha dado los pasos necesarios para finiquitar todo el 19 del próximo mes.
“El escenario es de segunda vuelta, porque se refleja en la población, disgustos e insatisfacciones por el alto costo de la vida y servicios que han retrocedido en este gobierno, no obstante, es obvio que la prevalencia del gobierno actual se debe, no a que merezca una reelección presidencial, no a que lo hayan hecho bien, sino al debacle de la oposición, que empezó por no aceptar en mucho tiempo y se les ha hecho tarde”, afirma el maestro y politólogo David Lahoz.
Pese a esto, entiende que la única manera que esto sea revertido, sería ante una marcada abstención, como sucedió en los pasados comicios del 18 de febrero, durante las elecciones municipales.
“El electorado va a mostrar su insatisfacción, a menos que el gobierno logre convencer de que no es necesario acudir a las urnas, en cuyo caso, el voto contra el gobierno no se expresa tanto, sino que solamente irían a las urnas aquellos que son partidarios del gobierno y esto les podría dar la victoria”, señala.
En cambio, para su homólogo Hidian Medina, el PRM y el gobierno del presidente Luis Abinader, han dado los pasos necesarios para lograr una conquista sin mayores traumas, en el próximo proceso electoral.
“El partido de gobierno está llevando a cabo acciones para crear la percepción de que las elecciones se ganarán en primera vuelta, están tomando como referencia las elecciones municipales”, indicó.
Asimismo entiende que “los partidos de oposición, fundamentalmente los que forman la alianza de Rescate RD, pudieron hacer un trabajo importante para cambiar esa percepción, aún les queda un tiempito considerable, que pudieran, con un trabajo bien orquestado, poner la situación en un estado de equilibrio, para que sea la población que decida la suerte en las próximas elecciones, pero mientras tanto, el PRM está trabajando para irse en la primera vuelta.
Según las encuestas e incluso los mismos candidatos opositores, reconocen que el mandatario Abinader se encuentra por encima en la intención del voto, aunque consideran que no con los números suficientes para alcanzar su objetivo, por lo que se proponen revertir esos resultados en una segunda oportunidad.