La gran mayoría de las personas ha sufrido alguna vez de un molestoso dolor de espalda, ya sea de forma permanente o recurrente.
El sedentarismo, el sobrepeso, el estrés y la ansiedad suelen ser algunas de sus causas más comunes. Pero por fortuna, las soluciones más saludables para prevenirlo se encuentran al alcance de tu mano.
Claves que te aliviarán:
1- Evita o reduce al mínimo los hábitos de estilo de vida que propicien el dolor.
2- Favorece los gestos y conductas, disminuyendo la carga que soporta la columna y fortaleciendo la musculatura.
3- Adopta las posturas correctas y efectúa los movimientos y esfuerzos de modo que la columna sufra el menor impacto posible, repartiendo mejor el peso y las fuerzas que soportan las vértebras.
4- Evita el sedentarismo y mantente físicamente activo; haz ejercicios que refuercen los músculos de la espalda: abdominal, cervical, dorsal y lumbar.
5- Controla el peso con una alimentación equilibrada, evitando la obesidad.
6- Es aconsejable mantenerse activo. Conviene mantener el grado de actividad que el dolor permita, hacer todo aquello que se pueda, ir aumentando poco a poco.